Al margen de la declaración leída por el canciller Leyva, la gran conclusión de la cumbre convocada en Colombia es el consenso de todos los países presentes en la necesidad de que se retome la negociación en Ciudad de México facilitada por el reino de Noruega sin más excusas por parte de Maduro, para que puedan abordarse los temas de la agenda política como liberación de presos políticos y elecciones libres con participación de todos los venezolanos dentro y fuera del país.
Esto pone en un dilema importante al régimen de Venezuela y al gobierno de Colombia, ya que si no hay negociación con resituados concretos en las próximas semanas este esfuerzo habrá sido en vano y el presidente Petro perdería un gran capital político, y por otro lado si la presión de la cumbre y sus posiciones tan fuertes por parte de los países obligan a Maduro a negociar, quedarán él y Jorge Rodríguez expuestos después de sus radicales declaraciones la noche de este 25 de abril.