Si algo ha caracterizado al régimen de Nicolás Maduro ha sido su política de bonos como medida de emergencia para intentar paliar la crisis económica generada por la dictadura que él mismo lidera desde hace poco más de 10 años.
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Sin embargo, una figura que se “opuso” a la creación de esos beneficios, que en la actualidad no solucionan los problemas de nadie, fue el difunto presidente Hugo Chávez, predecesor de Maduro e impulsor de la revolución bolivariana que originó el declive que, a la larga derivó en la situación que en la actualidad tiene a millones de venezolanos sufriendo tanto en el territorio nacional como a lo ancho y largo del mundo.
“En los años 90 comenzaron a modificarse leyes, comenzaron a tomar decisiones como la bonificación del salario. ¿Ustedes no se acuerdan que aquí inventaban bonos a cada rato?”, cuestionó Chávez.
“El bono de transporte, el bono por hijos, el bono por zapatos, el bono por respirar y el bono de no sé qué más“, agregó el exmandatario. “Comenzaron a ser desmontados y desconocidos los derechos de los trabajadores que tanto les había costado“, acotó.
Más de 20 años pasaron y la situación de los trabajadores y pensionados, criticada por el mismo Chávez, fue de mal en peor.
En la actualidad, pensionados perciben poco menos de 5 dólares mensuales, mientras la inflación sigue consumiendo lo poco que queda de la economía venezolana.
Como medida desesperada para intentar frenar el deterioro de la situación, Maduro recurrió a “la vieja confiable”: aumentó e indexó los cestatickets a un monto de 40 dólares mensuales, de igual forma, el dictador aplicó la misma medida con el “bono de guerra” creado por su régimen, el cual ascendió a la cifra de 30$ mensuales.
Dichas modificaciones, como era de esperar, no fueron bien recibidas por los venezolanos, quienes demandan un salario digno y respeto por sus condiciones laborales.