La prohibición de libros marca otro récord histórico en Estados Unidos

La prohibición de libros marca otro récord histórico en Estados Unidos

Protesta estudiantil en Miami contra las políticas educativas de Ron DeSantis en Florida. La pancarta dice: “Prohibir los libros y la historia no es libertad”. JOE RAEDLE (GETTY IMAGES VIA AFP)

 

Brian Covey dice que no estaba en su ánimo convertirse en un símbolo de la resistencia a la prohibición de libros en Estados Unidos, un fenómeno que ha marcado un récord histórico. Otro. Pero así fue. El pasado enero publicó un vídeo en su cuenta de Twitter, en la que, sobre todo, da rienda suelta a su pasión por el equipo de fútbol americano de los Jaguars. En la grabación, que se hizo viral, se veían las estanterías vacías de la biblioteca de una escuela de segundo ciclo de primaria del condado de Duval, en Florida. De visita en su mayor ciudad, Jacksonville, un reportero local preguntó por ese travelling de 17 segundos al gobernador Ron DeSantis: lo despachó como una “narrativa falsa”. Al día siguiente, Covey recibió una llamada de la empresa que lo había contratado como profesor sustituto en otro colegio del distrito. “No vamos a precisar más de sus servicios”, le anunciaron.

Por El País





Ahí terminó el proyecto de Covey, que antes trabajó en finanzas, de convertirse en profesor. En una entrevista telefónica con EL PAÍS, aseguró este lunes que cuando subió el vídeo no actuaba como docente, sino como padre de sus dos hijos, de siete y 10 años, alumnos del distrito de Duval. “Están sufriendo un ataque a la educación pública en toda regla”, sentenció.

El veto conservador a libros se ha convertido en parte del paisaje estadounidense desde la pandemia, cuando padres y madres por todo el país tuvieron a sus hijos estudiando en casa, echaron un vistazo a lo que les hacían leer y lanzaron una cruzada para “cuestionar” esos currículos. Es un movimiento que ha prendido por todo el país, al mismo ritmo en que se acentuaba la polarización, pero que, como ya es norma en los múltiples frentes de la “guerra cultural”, se libra con especial crudeza en Florida.

Su gobernador ha hecho del asunto una prioridad y una baza de su más que probable campaña para aspirar a la Casa Blanca en 2024. Aunque en horas bajas, DeSantis parece el único capaz de plantar cara a Donald Trump. Su plan aspira a aplicar su particular manual de instrucciones conservador por todo el país. La idea es, como resume su eslogan, Make America Florida: convertir Estados Unidos Florida.

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