Pesadillas por las noches: por qué aparecen, qué significan y por qué debes prestarles atención

Pesadillas por las noches: por qué aparecen, qué significan y por qué debes prestarles atención

Insomnio, apnea del sueño o concepto de estrés. Mujer insomne despierta y tapándose la cara en mitad de la noche. Mujer no puede dormir. Pesadillas o depresión. Sufrimiento de dolor de cabeza o migraña. / Foto archivo

 

 

 





 

Normalmente, la gente sueña durante más de dos horas cada noche. Y algunos de esos sueños son «sueños malos», con imágenes desagradables o que relatan una historia con un mal resultado que en muchas ocasiones desemboca en baja autoestima a la mañana siguiente, con las emociones a flor de piel, mayor cansancio y sensación de tristeza.

Por ABC

Pesadillas tenemos todos pero, ¿por qué unos más que otros? Se consideran interrupciones anormales del sueño y causan despertares repentinos provocados por sueños de contenido desagradable. Son muy frecuentes en niños y adolescentes, principalmente, y su frecuencia suele disminuir con la edad. Sin embargo, este tipo de sueños con un componente de angustia o miedo puede aparecer en edades más avanzadas.

En muchos casos pueden ser producto de alguna situación del día a día que nos ha preocupado o que ha sido emocionalmente estresante y que nuestro cerebro intenta procesar. También hay veces que lo que llamamos pesadilla puede ser un mal sueño que nos hace despertarnos con un sentimiento desagradable, pero que a los pocos minutos se nos ha pasado.

Causas de las pesadillas

La causa de las pesadillas no se conoce, pero sí se sabe que están muy ligadas a sentimientos o emocionalidad negativa del inconsciente, de lo que no nos damos cuenta. Cuando estamos en situaciones de ansiedad, estrés, miedo o disgusto eso puede ponerse de manifiesto en otras fases de nuestra situación mental como es el sueño. Por tanto, es importante destacar que algunas pesadillas pueden estar relacionadas con algún acontecimiento traumático o altamente estresante que nuestro cerebro no ha podido procesar de forma adaptativa.

Qué molesto es despertarse y recordar con precisión esa pesadilla que no nos ha dejado descansar del todo. ¿Puede afectar en nuestra jornada? Elena Cerezo, psicóloga de El Prado Psicólogos así lo afirma: «Si las pesadillas se repiten con mucha frecuencia y no permiten un sueño reparador pueden llegar a interferir en el día a día. Además, si el contenido de estas está relacionado con algún acontecimiento desagradable o emocionalmente estresante sería normal que la persona se sintiera malestar a lo largo de los días».

Por su parte, la Dra. Carla Anciones, del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario, comenta que si las pesadillas son algo esporádico «no tienen por qué afectar a nuestro día a día». Si son recurrentes, repetitivas, pueden producir fragmentación del sueño y eso repercute de forma negativa en nuestro día a día: un humor peor, mayor somnolencia diurna, cansancio, espesura mental, menor rendimiento cognitivo. «Si son recurrentes hay que hacer estudio neurológico y psicológico para constatar que no se tiene un trastorno del sueño o una situación emocional que haya que tratar», aclara.

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