¿La saliva es un buen lubricante? Ésta y otras afirmaciones sobre el sexo desmentidas por la ciencia

¿La saliva es un buen lubricante? Ésta y otras afirmaciones sobre el sexo desmentidas por la ciencia

Una pareja en la cama. / LWA/DANN TARDIF/BLEND IMAGES (GETTY IMAGES)

 

 

 





Los mitos sobre sexo parecen no tener fin. Cuando ya se ha superado aquello de que si uno se masturba le salen granos o que no se puede tener relaciones sexuales durante la menstruación, aparecen otros que, por ejemplo, vinculan el deseo sexual al signo del zodíaco o el masturbarse ?sí, el onanismo sigue en el punto de mira? con un menor rendimiento en el gimnasio. Hay varios motivos por los que la cultura popular mantiene estas ideas, a pesar de ser desmentidas por los estudios y la experiencia en consulta sexológica. Para empezar, y como sucede con todos los bulos, porque cuadran con la idea previa que se tiene sobre el sexo y tendemos a validar todo aquello que coincide con nuestras opiniones, gustos o creencias. Por otro lado, porque sigue habiendo ciertos prejuicios alrededor de este tema y se sigue hablando poco de forma productiva ?contar batallitas no estaría dentro de las conversaciones productivas?.

Por El País

La información, las ganas de querer aprender sobre un tema y el espíritu crítico para dudar de lo que leemos son los antídotos contra los mitos. Y aquí queremos contrarrestar algunas de estas falsas ideas que circulan sobre el sexo.

1. Si has tenido un orgasmo, lo sabes

Esta ingeniosa frase es seguramente cierta en un porcentaje elevado de personas. Pero en otras no lo es. “¿¡Cómo es posible que no lo sepan!?”, puede preguntarse alguien. Pues porque hay mujeres que no saben identificar su orgasmo. En el caso de los hombres, orgasmo y eyaculación van habitualmente unidos ?aunque pueden darse por separado al ser procesos diferentes? y esto se convierte en una señal física muy evidente de que se ha llegado a la sensación subjetiva del clímax. Pero en muchas mujeres no existe esa señal tan clara. Además, esta es una experiencia diferente para cada persona, con lo que, a lo mejor, unas lo sienten de forma muy explosiva y otras, no tanto. Y es en el caso de estas últimas cuando puede pasar que no se identifique el punto máximo de placer, sobre todo si lo que se espera es un estallido de colores, gritos y espasmos. Una pista para identificar el orgasmo femenino son las contracciones, más o menos evidentes, que se experimentan en la zona vaginal. Para responder, entonces, a la pregunta de “¿cómo sé si he tenido un orgasmo?”, hay que tener una buena educación sexual y autoconocimiento de una misma.

2. El mejor sexo es el espontáneo

Nada que objetar respecto a lo maravilloso de un encuentro apasionado, donde dos (o más) personas se ven, tontean y saltan chipas que llevan a un sexo de película. Ese es el ideal soñado por muchos y no es un mal plan, pero hay que ser conscientes de la parte de ficción que también tiene. Ni siempre el sexo espontáneo trae los mejores orgasmos ni planificar el sexo es algo anticlimático. Esta última parte hay que desmitificarla mucho en consulta de terapia sexológica y entenderla como algo necesario si queremos mantener una erótica sana en parejas que llevan ya un tiempo juntos. En el artículo Por qué las relaciones sexuales suelen ser tan o más satisfactorias que el sexo espontáneo, publicado por la BBC, se puede leer que en algunos estudios ha quedado demostrado que la satisfacción sexual no difiere si la relación es espontánea o planificada.

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