El humor sucio de la princesa Diana se revela en las tarjetas que envió a un amigo cercano
El grosero sentido del humor de la princesa Diana se ha revelado en una serie de divertidas tarjetas de felicitación que envió y que se han puesto a la venta.
Por Metro
Traducción libre de lapatilla.com
El par de atrevidas tarjetas fueron firmadas por la Princesa de Gales después de enviarlas al Príncipe de Grecia y se estima que se venderán por hasta 5.000 libras.
Ambas tarjetas tienen caricaturas en color sexualmente sugerentes impresas en el frente, con mensajes clave impresos en el interior.
El frente de la primera tarjeta tiene una caricatura de un hombre desnudo apoyado en un árbol y la escritura “Adán fue primero…” seguido de “…¡Los hombres siempre lo hacen!” en el interior.
La segunda tarjeta presenta a una mujer desnuda en el frente y cuenta un chiste similar que pregunta: “¿Cuál es la definición del hombre perfecto?” seguido de la respuesta: “¡Un enano con una lengua de 10 ‘que puede respirar por las orejas!”
El destinatario de las tarjetas atrevidas fue Constantino II, el último rey de Grecia. Una vez fue primo hermano del príncipe Felipe, ambos descendientes del rey Jorge I de Grecia.
El príncipe Felipe y la princesa Diana fueron padrinos del príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca (nacido en 1986), el hijo menor de Constantino II y Ana María de Dinamarca.
Ambas tarjetas incluían mensajes de Diana en tinta negra que decían: “Querido Tino, el amor más cariñoso como siempre, de Diana” y “Querido Tino, mucho amor de Diana”.
La segunda tarjeta tiene un mensaje adicional en la mano de Diana que dice: “No pude decidir qué tarjeta enviar y luego pensé que disfrutarías de ambas”.
La lista de Dominic Winter Auctioneers asegura que “la razón para enviar estas tarjetas, aparte de un poco de diversión, no está clara ya que las tarjetas no celebran un cumpleaños, Navidad o bautizo. Diana debe haber visto estas tarjetas y pensó en Tino antes de comprarlas y enviarlas, posiblemente inspirada en una conversación que habían tenido en alguna reunión social”.
Las tarjetas se encuentran entre otras piezas de recuerdos reales en juego en la casa de subastas. Se cree que las tarjetas se venden por un valor estimado de 3.000 a 5.000 libras.