Sí. El próximo viernes. Luego de casi tres lustros de haberse efectuado las últimas para autoridades. Parece mentira. El ambiente en la Universidad Central de Venezuela es de jolgorio democrático. Hay posibilidad de votar, de elegir. Como no la ha habido en el país desde que secuestraron todas sus instituciones. No faltará alguien que necesaria, inevitablemente, dude.
¿Cómo habrá elecciones en la primera universidad donde se metió el plan que procuraba embellecerla,. Signado por corruptelas. Por falta absoluta de transparencia. ¿Elecciones libres en la institución en la que hay una placa como homenaje a un secuestrador? ¿Elecciones donde María Lionza quedó esperando mayor proyección, un escándalo? Por sólo mencionar detalles sonoros o, más bien, visibles. Las dudas son válidas. ¿El régimen tiene allí cómo competir? Si. De hecho lo hace, con alguna fichas visibles y otras taimaditas. Por allí anda una pariente de uno de los líderes de Universidad Bella de candidata. Muy ligado él a Miranda, a Guaicaipuro también.
Pero el caso es que hay elecciones y se enfrentan los del régimen con algunos de veras opositores. Y van al conteo de votos de manera independiente del régimen. No interviene el CNE. Con algunas dificultades técnicas ya superadas podremos confiar en la comisión electoral libre e independiente. Nuestra opinión allí va a valer. En un ejercicio de una Venezuela confrontada donde todos se plantearon luchar por la obtención del poder institucional. Un solo país. Los candidatos han sido atendidos por los medios, incluso los tomados por quienes imponen todo, y han debatido, mostrando sus caras, sus ideas.
En el fondo no deja de ser una nueva claudicación. El régimen dirá al mundo que terminó, con su tradicional modo despótico, de doblegar lo estatuido en los acuerdos, sin modificarlos: la Constitución Nacional que cada día menos vale y la Ley de Universidades, otro papel inválido. Porque el régimen no respeta acuerdos si no los por el impuestos. Al parecer, según pude conocer de primera mano, la negociación pasó por finalmente ceder medianamente ante lo ordenado por el TSJ. Si no, no las había. Una lección para el diálogo en México y las rasguñaduras fatuas de Colombia.
Ahora queda que se extiendan las elecciones a las otras universidades, tal como estamos solicitando en la Universidad Simón Bolívar con la aplicación de este modo electoral. En la USB son más necesarios los comicios. Las autoridades designadas como interinas, quienes van para dos años al frente de la institución, cuando apenas les correspondía legalmente ciento ochenta días, han sido déspotas y torpes en la conducción de nuestra universidad, han perseguido y buscado doblegar conciencias tanto como resultados académicos. Son una calamidad más en el ya calamitoso mundo universitario. Se consideran guapos (no en lo físico, obviamente) y apoyados. Pero lo importante es que ya tienen en sus manos el proyecto electoral, también transitorio, émulo del de la UCV. Y deben convocar elecciones. Como debe ocurrir en el resto de las universidades nacionales que ya comienzan también a moverse en ese sentido. Elecciones en la UCV, si, este viernes. Esperemos que no se cuelen charrasquiaos, evitadores de lo que deseamos ucevistas y no ucevistas. Que todo transcurra en normalidad, en armonía, y un profesor de trayectoria, con sus credenciales y su actitud como muestra de vida, como Víctor Rago, no solo pase a la segunda vuelta sino que se convierta en el conductor, por el tiempo establecido, de los destinos de nuestra querida UCV, en estos tan abatidos tiempos.