Domingo Alberto Rangel: ¿Venciendo las sombras?

Domingo Alberto Rangel @DomingoAlbertoR

Como egresado de la UCV tenía derecho al voto pero enemigo de las colas pensaba sufragar por la tarde cuando me avisaron que las elecciones habían sido un fracaso y por tanto se suspendían.

En días anteriores, como venía sucediendo los últimos 15 años, para variar, una campaña de redes adelantó que nuevamente triunfaría “la Casa que vence las sombras”… y seguramente tras un cuarto de siglo de polarización que todo lo estupidiza… sobraron quienes creyeron que iba a ser así.

¡Pero no, 15 años de manganzonería académica pesan y cobran!





La flamante Comisión Electoral encargada de dirigir un proceso que en ningún caso tendría más electores que los que una vez y antes de la diáspora tuvo el municipio Baruta… después de dilapidar y ojo con la cifra… 100 mil dólares que les dio el gobierno… demostró como en el billar que así como con una bola se pueden embuchacar varias de distintos colores… también se pueden poner varias tortas… con una acción mediocre.

Al menos desde hace 11 años se debió sustituir una Rectora que dejó mal parados a quienes ante cualquier reclamo se protegen repitiendo el mantra mariacorinesco de “elecciones manuales”.

Fueron manuales y con programas para el conteo… propios… de la UCV.

La Comisión en vez de apelar al CNE que era gratis… inventó un método “híbrido”… el más costoso.

Para solo el acto electoral la Comisión malgastó 30. 000 dólares… en un país empobrecido que no pudo aumentar salarios el primero de mayo y cuyas legaciones diplomáticas se quedan vacías porque Cancillería no tiene con qué pagar al personal.

El equipo de la rectora García Arocha demostró que fuimos afortunados los venezolanos cuando los partidos le dijeron “no” a las pretensiones de la dama para ser Presidenta… como gran premio porque también quiso ser antes gobernadora de Miranda, alcaldesa de Caracas, de Baruta, de Chacao y diputada.

Dejan la universidad con una infraestructura remozada por la acción del gobierno nacional…  pero demolida moral e intelectualmente.

Será cuestión de muchos períodos rectorales recuperar lo que nunca fue excelente.

A tal respecto y finalizo recordando que hace décadas me postulé durante la Renovación como lo que ahora llaman “Vocero”… y salí bien parado… ofreciendo “papel tualé para los baños”.

Entonces me parecía que ese era el mínimo de civilización que debería tener la UCV… a pesar del mantra que insiste en que allí… “se vencen las sombras”.