Duelo migratorio: así viven esta etapa los venezolanos que cruzan la frontera con Colombia

Duelo migratorio: así viven esta etapa los venezolanos que cruzan la frontera con Colombia

Una familia venezolana se dirige al Centro de Alojamiento Temporal para Migrantes San Antonio Casa Esperanza después de caminar durante semanas para cruzar a Colombia y continuar su viaje a los Estados Unidos, en San Antonio del Táchira, Venezuela, el 25 de septiembre de 2022. – Acerca de 40 “caminantes” avanzan en grupo hacia una trocha -paso ilegal- en la frontera entre Venezuela y Colombia. Es la primera escala hacia su meta, Estados Unidos, una odisea a pie que incluirá el peligroso cruce del Darién, cada vez más utilizado por los venezolanos. (Foto de Yuri CORTEZ / AFP)

 

Separarse de su país y dejar a kilómetros de distancia su hogar, familia y aquellos momentos que marcaron su vida para buscar un nuevo rumbo en otro país se ha convertido en toda una experiencia llena de emociones para la población migrante venezolana y colombiana retornada.

Por La Opinión





Quienes han tenido que vivir esta situación, hoy en día se enfrentan a un proceso de adaptación ante una pérdida, ruptura emocional o distanciamiento, que también incluye el alejamiento a su cultura e idiosincrasia; a esto se le conoce como duelo migratorio.

“Este duelo empieza cuando persona se aleja de su territorio ya sea una migración interna o transfronteriza, donde se pierden vínculos, creencias y todas esas reacciones van a ser producto de esos nuevos retos”, explicó Gerson Yesith Jaimes, docente de la Universidad Simón Bolívar y especialista en Psicología Clínica.

El duelo migratorio suele ser una etapa que en muchas ocasiones se normaliza o que las personas no identifican, por lo que resulta importante evaluar si la funcionalidad de una persona en temas emocionales, familiares, sociales o ambientales se ha visto afectada por los cambios posteriores a la migración.

Jaimes explica que este proceso también parte de un dolor emocional por la pérdida de esa vida que se tenía en el contexto anterior, por lo que recomienda que a la hora de identificarlo, las personas tengan en cuenta la diferencia entre un problema y una crisis, buscando ayuda de un profesional que pueda acompañar ese tránsito.

“Es una etapa que hay que vivirla, lo extraño sería pensar que no sentimos nada ante una pérdida, pero lo complejo no es el cambio, sino que la persona transite por esas etapas de manera funcional”, puntualizó el especialista.

Para leer la nota completa, aquí