El 9 de mayo de 2022, una fotografía compartida por Lionel Messi en sus redes sociales daba el pistoletazo de salida a su rentable asociación con el gobierno de Arabia Saudita. A bordo de un barco, posando cual modelo profesional y con el sol cayendo como telón de fondo, el futbolista argentino confesaba estar “descubriendo el mar Rojo en Arabia”, un país que desde entonces no ha dejado de visitar como parte de un acuerdo al que ha tenido acceso The New York Times.
El diario estadounidense ha revelado los detalles de una versión que no ha sido divulgada previamente que está firmada con fecha de 1 de enero de 2021. Según su información, esa imagen en el mar Rojo era el primer paso del millonario acuerdo y ya le habría reportado 2 millones de dólares, unos 1,8 millones de euros al cambio. En total, y siempre según el medio mencionado, Messi recibiría 22,5 millones de euros en tres años a cambio de apariciones comerciales, un puñado de publicaciones en las redes sociales y vacaciones con todos los gastos pagados por las autoridades turísticas saudíes.
Eso sí, el de Rosario se compromete a no decir nada que pueda “manchar” el nombre de Arabia Saudita. Y es que el acuerdo forma parte de la estrategia de lavado de imagen que está llevando a cabo el país a través del deporte y las figuras que forman parte de él. Diversos críticos han asegurado que el empeño de Arabia por reclutar estrellas es una manera de tratar de ocultar que se hable de temas como los derechos humanos, el trato a la mujer u otras acciones autoritarias llevadas a cabo por el país.
Los puntos del contrato de Messi y Arabia
– 1,8 millones de euros por un mínimo de unas vacaciones familiares al año de cinco días, o dos vacaciones anuales de tres días cada una. Los gastos y el alojamiento de cinco estrellas correrían a cargo del gobierno para Messi y un máximo de 20 personas entre familiares y amigos.
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