La insólita propuesta para desviar asteroides peligrosos con una catapulta

La insólita propuesta para desviar asteroides peligrosos con una catapulta

Aspecto teórico de la máquina propuesta para desviar asteroides.
Ilustración: Cortesía de Nahum Melamed

 

Una pequeña organización sin ánimo de lucro llamada Aerospace Corporation ha ideado un sistema para desviar meteoritos realmente interesante. En lugar de intentar desviarlos mediante un impactador cinético como el de la misión DART, lo que proponen es irlos erosionando aprovechando su propia fuerza centrífuga.

Por: Gizmodo





La idea suena rara, pero podría funcionar. Todo comenzó cuando Nahum Melamed, lider del proyecto tras Aerospace Corporation, visitó el lugar de lanzamiento de SpinLaunch. Como probablemente recuerdes, Spinlaunch es una compañía que está probando un sistema de aceleración suborbital para poner cargas en órbita sin necesidad de combustible. El sistema logró catapultar una carga para la NASA en octubre de 2022.

“Cómo puedo usar este mismo sistema para desviar un asteroide”, se preguntó Melamed durante una charla en las instalaciones de SpinLaunch. La respuesta a esa pregunta es una especie de versión de bolsillo del acelerador empleado para poner en órbita cargas.

La idea consiste en enviar una de estas máquinas a encuentro de un asteroide potencialmente peligroso. Al llegar a él, la máquina se fijaría a su superficie y comenzaría a catapultar pequeñas cargas de regolito, polvo y rocas del suelo del asteroide al espacio. Cada una de estas paladas solo contiene unos pocos kilos de material, pero el sistema está ideado para funcionar de manera continua con solo un poco de energía eléctrica, por lo que a largo plazo podría mover el suficiente material como para cambiar el curso del asteroide. “El retroceso provocado por ir lanzando material al espacio causaría una pequeña perturbación”, explica Melamed a Gizmodo. “Con el paso del tiempo, semanas o meses, la fuerza de ese retroceso debería ser capaz de desviar el asteroide”.

Puedes leer la nota completa en Gizmodo