La Declaración de Budapest de la Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca la grave carga de mala salud que enfrenta la región europea debido a la contaminación ambiental y el cambio climático. Según la OMS, estos factores son responsables de 1,4 millones de muertes prematuras en Europa. Los ministros de Sanidad de 54 países europeos expresaron su preocupación por esta situación y subrayaron la necesidad de avanzar hacia sociedades sanas, equitativas y sostenibles.
La declaración identifica a la contaminación ambiental, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático como la “triple crisis” que amenaza el ecosistema, la salud humana y animal, y el bienestar en general. Además, la pandemia del COVID-19 ha agravado aún más estas presiones sobre el medio ambiente y la salud, así como las desigualdades sociales.
Para abordar estos desafíos, los ministros han asumido una serie de compromisos, incluyendo la transición hacia sociedades más saludables, equitativas y sostenibles, así como la prevención, detección y respuesta a emergencias. También se comprometen a priorizar la acción frente a la triple crisis y trabajar para lograr el acceso universal a los servicios esenciales.
La declaración concluye anunciando la próxima Conferencia Ministerial de Medio Ambiente y Salud para 2030 y enfatizando la necesidad de movilizar los recursos necesarios a nivel nacional e internacional.
Con información de EFE