Hace unos días, un nuevo audio de la ‘camarada Vilma’ exigiendo tomar las ciudades de Perú, en rechazo al gobierno de Dina Boluarte y respaldando la ‘Tercera Toma de Lima’, volvió a dirigir las miradas hacia esta peligrosa mujer, considera como la principal vocera de los remanentes del militarizado Sendero Luminoso en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem).
Por Yenny Melo | Infobae
La difusión del registro sonoro motivó que la Fiscalía abra una investigación preliminar contra la senderista por el presunto delito contra la tranquilidad pública, en la modalidad de terrorismo.
Pero, ¿quién es la ‘camarada Vilma’? La primera vez que supo de su existencia fue cuando un video casero, durante la campaña electoral del 2021, llamaba a boicotear las elecciones presidenciales. Con fusil en mano, esta senderista amenazaba con aniquilar a aquel que no atendía a su llamado.
La historia de ‘Vilma’ empieza en 1980, cuando el grupo terrorista Sendero Luminoso (SL) inició su guerra armada en Perú. Aquel año, una niña llamada Florabel Vargas Figueroa nació en Chuschi, Ayacucho. Ahora, conocida como la “camarada Vilma”, esta mujer de 42 años se encuentra en el cuarto puesto del mando militar de la organización terrorista, según la Dirección General contra el Terrorismo (Dircote).
Sobre su infancia y adolescencia se sabe poco. La policía que sigue los pasos de esta escurridiza mujer, refiere que se unió al partido del ‘presidente Gonzalo’ cuando era muy joven. Su habilidad para desplazarse por las regiones inaccesibles del Vraem, donde los remanentes de Sendero Luminoso ha encontrado refugio durante décadas tras la caída de Abimael Guzmán, ha sido clave en su posición dentro de la organización terrorista.
La ‘camarada Vilma’ ha sido descrita por la policía como una figura peligrosa y hábil en la elaboración de artefactos explosivos y en el manejo de armas de guerra, siendo su preferida el fusil de asalto de origen ruso AK-47, con el que gusta retratarse y aparecer en videos.
Durante el auge de Sendero Luminoso, ‘Vilma’ integró las filas que estaban al mando de Alejandro Borda Casafranca, ‘camarada Alipio’, y fue la encargada de reclutar y adoctrinar a jóvenes que luego ejecutaban atentados contra agentes de la fuerza del orden y civiles.
La ‘camarada Vilma’ fue una de las fundadoras de los ‘pioneritos’, niños que, en su mayoría, eran secuestrados para ser adoctrinados e integrar las columnas terrorostas. Estos menores, aprendían a usar armas desde los 6 años de edad e iniciaban su actividad senderista desde los 11, como el ‘camarada Carlos’ que fue recientemente capturado.
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