Discurso del Embajador, Romain Nadal durante el dia Nacional de Francia 2023

Discurso del Embajador, Romain Nadal durante el dia Nacional de Francia 2023

 

 





Estimadas y estimados embajadores y miembros del cuerpo diplomático acreditados
en Venezuela, Queridas y queridos socios y amigos, franceses y venezolanos

Gracias a todas y todos por estar aquí y gracias infinitas a los numerosos socios
que, año tras año, permiten la organización de esta Fiesta nacional de Francia en
Caracas a través de su invaluable apoyo y cuyos logos aparecen en la pantalla.
Entre tantos generosos patrocinadores, quiero destacar el gran apoyo que nos
brindaron las empresas Maurel & Prom, Chevron, S.C. Johnson, Wayne, Farmacias
Saas y Meikan.

Señoras y señores

 

Llegué a Venezuela el 18 de junio de 2017, hace ya más de 6 años, en el contexto
que todos ustedes conocen – el de una crisis política, económica y humanitaria, a la
cual se sumó la crisis sanitaria.

Han sido seis años de trabajo intenso, marcados por cientos – hasta miles – de
encuentros con una amplísima gama de venezolanos – no solamente políticos y
diplomáticos sino emprendedores, académicos, artistas, periodistas, defensores de
derechos humanos, estudiantes, comunidades indígenas y muchísima gente
admirable del común.

Han sido seis años en los cuales, con todo el equipo de la Embajada, hemos
trabajado alrededor de un eje fundamental: la solidaridad ante la crisis.

En primer lugar, solidaridad con nuestra comunidad francesa. Muchos franceses que
habían pasado gran parte de su vida aquí se tuvieron que ir o se volvieron más
precarios en los últimos años. Con el equipo consular, los representantes de los
franceses en Venezuela, los cónsules honorarios y los chefs d’îlot, hemos procurado
atenderlos de la mejor manera posible. Hemos distribuido ayudas sociales a los más
necesitados, sobre todo durante la pandemia; mantuvimos becas; brindamos
vacunas contra la COVID-19 a la comunidad francesa y a la comunidad del Colegio
Francia; repatriamos compatriotas que ya no se podían sustentar aquí; y
desarrollamos capacitaciones en emprendimiento. Hemos organizado elecciones
para que nuestros conciudadanos puedan tomar parte en el proceso democrático
francés, más recientemente con la elección legislativa parcial en abril pasado.
Hemos apoyado la organización de solidaridad Présence française y su Casa Chichi
para adultos mayores. Présence française está presente hoy con nosotros y todavía
necesita del apoyo de todos así que les invito a visitar su stand. También hemos

 

reforzado el Colegio y las Alianzas francesas, permitiendo incluso la apertura de una
nueva alianza en Puerto Ordaz.

En segundo lugar, solidaridad con las venezolanas y los venezolanos. Logramos
obtener fondos como nunca antes para apoyar organizaciones internacionales y
francesas presentes en Venezuela, pero sobre todo para financiar proyectos de la
propia sociedad civil venezolana, cuyo dinamismo no me deja de impactar. Son
demasiados proyectos para poder nombrarlos a todos, pero abarcan desde
promoción de los derechos civiles y políticos, igualdad de género, derechos LGBT+,
salud sexual y reproductiva hasta alimentación, desarrollo sostenible, telemedicina
para poblaciones indígenas, inclusión de personas con discapacidad y promoción
del deporte. Hace tres días estuve inaugurando en Valencia una escuela sostenible
con nuestros socios de Lata de Agua. En marzo, lanzamos la cuenta regresiva hacia
los Juegos Olímpicos de París 2024 en el gimnasio inclusivo de Asogin. Un año
antes, estábamos en los Llanos visitando comedores escolares con el Dividendo
Voluntario para la Comunidad, comunidades vulnerables con Fundehullan y la
Escuelita de los Llanos con El Semillero. Son unos pocos ejemplos de tantas
iniciativas que estamos orgullosos de acompañar. Y a estas acciones de solidaridad,
le tenemos que sumar una amplia gama de eventos culturales para compartir con los
venezolanos un poco de Francia – su idioma, su cine, su teatro, su deporte, sus
debates de ideas y muchas más ventanas al mundo.

La solidaridad de Francia ante la crisis también explica nuestros esfuerzos para
promover un acuerdo político entre las partes venezolanas. A pesar de las
dificultades, seguimos apostando a la negociación como vía para lograr una
reconciliación del país alrededor de elecciones libres y democráticas. Compartimos
este compromiso con nuestros socios europeos, el Reino de Noruega y los países
latinoamericanos de buena voluntad. Por esta razón, Francia organizó el 11 de
noviembre pasado una reunión en París con los jefes de delegaciones negociadoras
del gobierno y de la Plataforma Unitaria, en la cual participaron los Presidentes
Macron, Petro y Fernández. También participé en nombre de Francia en la reunión
de Bogotá del 25 de abril. Siempre seguiremos propiciando el encuentro y el diálogo
en pro de un acuerdo entre venezolanos.

Finalmente, en estos seis años, la solidaridad ha guiado cada vez más la política
exterior francesa a nivel global con numerosas iniciativas en materia de lucha contra
el cambio climático y contra la pobreza, ayuda al desarrollo, diplomacia feminista y
regulación económica. Los desafíos del mundo de hoy exigen que trabajemos para
lograr soluciones concretas, basadas en el multilateralismo, la cooperación y la regla
de derecho. Esto es la esencia de un verdadero mundo multipolar y solidario. Un
mundo multipolar y solidario no es la invasión imperialista de un país vecino, como lo
propone Rusia. Tampoco es el oscurantismo y la represión, como lo practica Irán.
Tampoco es la aniquilación de la sociedad civil, como lo plantea Nicaragua. Para
Francia, es importante poder contar con Venezuela para enfrentar los retos
compartidos. Aún más porque somos vecinos. Compartimos el mar Caribe a través
de Guadalupe y Martinica y la selva amazónica a través de la Guyana francesa. Esta
vecindad hace que compartimos también desafíos, desde la lucha contra el
narcotráfico y la preservación del medio ambiente, en las cuales estamos muy
activos.
Señoras y señores,

Después de estos seis años – una duración inusual para un embajador – mi misión
en Venezuela culmina el próximo 3 de agosto.

Pronto llegará mi sucesor Emmanuel Pineda, actual embajador de Francia en
Honduras. Me cuesta abandonar Venezuela, un país que me ha recibido con tanto
cariño, que me ha enseñado muchísimo como diplomático y como ser humano y que
siempre tendrá un lugar especial en mi corazón. Pero sé que el trabajo colectivo que
ha emprendido la Embajada en los últimos años seguirá y por eso quiero agradecer
de manera muy especial a todos y cada uno de los miembros de mi equipo, así
como a todos nuestros socios venezolanos.
Para terminar, quisiera dirigirle a la sociedad venezolana unos mensajes:
Nunca pierdan su optimismo, porque es contagioso. Esa forma con la que ustedes
enfrentan los problemas y las crisis, que consiste en trabajar sin desfallecer y
además con una sonrisa, es realmente maravillosa y es lo que más me ha
impresionado. Para mí, que he conocido diversas culturas alrededor del mundo,
ustedes poseen una cualidad preciosa que se manifiesta en sus ganas insaciables
de conseguir un futuro mejor para sus familias, y para Venezuela.
El precursor, Francisco de Miranda, único latinoamericano cuyo nombre está inscrito
en el Arco de Triunfo de París, una vez dijo que: “El trabajo y la moral son las bases
fundamentales sobre las cuales reposa el sólido sistema de la libertad”. Esa libertad,
conjuntamente con la igualdad y la fraternidad tan apreciada por los venezolanos,
son valores compartidos muy arraigados que han unido durante siglos al pueblo
venezolano con el francés. Sigamos caminando juntos alrededor de esas
convicciones.
El esclarecido héroe continental Simón Bolívar, que tanto luchó por la libertad,
escribió que: “La unidad lo hace todo y, por lo mismo, debemos conservar ese
precioso principio”. No pierdan nunca ese sentido de unión que aconsejó Bolívar,
para lograr el futuro mejor que todos ustedes desean y que con tanto esfuerzo
persiguen.
Amigos venezolanos, me voy a trabajar en otro país porque mis funciones así lo
exigen, pero dejo mi corazón por siempre en el Ávila, en Roraima, en Petare, en
Apure, en Catia, y sobre todo con ustedes. Despedirse nunca es fácil y menos
cuando uno no se quiere ir de un sitio que considera prácticamente como el suyo.
Gracias por haberme recibido como lo hicieron. Con un cariño sólido y sincero que
nunca olvidaré.
Y nuevamente gracias por acompañarnos hoy en este día de Fiesta Nacional.
¡Viva Venezuela!
¡Viva Francia!
¡Y viva la amistad franco-venezolana!