Sangre, millones y supersticiones: el problema irresoluble de intentar vender la casa donde se cometió un crimen

Sangre, millones y supersticiones: el problema irresoluble de intentar vender la casa donde se cometió un crimen

La nueva casa que desde hace unos años se erige en Cielo Drive, sustituyendo a la mansión donde Sharon Tate y otras cuatro personas fueron asesinadas por los mercenarios de Charles Manson en 1969.
ROBYN BECK (AFP VIA GETTY IMAGES)

 

Trent Reznor fue el último inquilino del número 10050 de Cielo Drive. El fundador de la legendaria banda de rock industrial Nine Inch Nails instaló, en 1992, su estudio de grabación y residencia esporádica en esta finca de lujo de la ciudad de Los Ángeles, en el vecindario de Benedict Canyon.

Por: El País





En una entrevista de 1997, Reznor reconoció sin ambages que había acudido al lugar atraído por su leyenda negra: fue allí donde, la noche del 9 de agosto de 1969, la Familia del gurú lisérgico Charles Manson asesinó a Sharon Tate y cuatro de sus huéspedes en el que sigue siendo, 54 años después, uno de los crímenes más célebres de la historia. “Por entonces”, admitía el músico en una charla con Rolling Stone, “yo compartía con gran parte de los estadounidenses la fascinación morbosa por los asesinos en serie, por todo el folclore enfermizo que los rodea, y Manson, que seguía concediendo entrevistas delirantes y grabando música desde su celda en la prisión de Corcoran, me resultaba irresistible”.

A Reznor, pese a todo, le resultaba molesto “vivir en un lugar aislado en lo alto de una colina al que tipos con aspecto muy dudoso acudían de madrugada para hacer extrañas ofrendas o cantar canciones de Manson a voz en grito”. En diciembre de 1993, un encuentro casual con Debra, la hermana menor de Sharon Tate, le hizo asumir de una vez por todas que trasladarse a aquel lugar había sido una pésima idea: “Ella me preguntó si no estaba explotando de manera siniestra y morbosa la muerte de su hermana, y yo tuve que admitir que sí, que era de una frivolidad intolerable contribuir a la mitificación de una parte de la historia de los Estados Unidos que había causado tanto dolor, que las víctimas de Manson y su gente fueron seres humanos reales que en absoluto merecían lo que les pasó”.

Lugares malditos

Hoy, el número 10050 de Cielo Drive ni siquiera existe. El caserón de los años cuarenta en el que Tate recibió 16 puñaladas fue demolido poco después de que Reznor devolviese las llaves. Los nuevos propietarios del lugar lo sustituyeron por una mansión de 1.600 metros cuadrados, con nueve dormitorios y 13 cuartos de baño. Por fin, en 2010, solicitaron un cambio de dirección para borrar, en la medida de lo posible, las huellas de la infamia.

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