Nelson Hernández: La Transición Energética y los Criterios ESG (ASG)

Nelson Hernández: La Transición Energética y los Criterios ESG (ASG)

PDVSA, para poder conseguir financiamiento debe corregir sus fallas existentes en los aspectos ambientales, sociales y de gobernanza corporativa.

La transición energética en la que está inmerso el mundo ha cambiado, cambia y cambiará la forma de vida que hemos tenido hasta ahora. Nada, ni nadie quedaran sin ser afectado por dicha transición.

Dentro de estos aspectos afectados esta la consecución de inversión para proyectos de cualquier índole, y que restringe el financiamiento de proyectos no sustentables. Es decir, en proyectos que vayan en dirección contraria al norte de la transición que es la descarbonización de la matriz energética global para el 2050.  A esto se le ha denominado, las “Finanzas Verdes”. Bajo este concepto, se encuentra el financiamiento de proyectos dirigidos a la exploración, explotación y comercialización de las fuentes energéticas emisoras de CO2 (carbón, petróleo y gas).





En tal sentido, para ayudar a los inversionistas a seleccionar en que empresas invertir,  y/o a los organismos multilaterales a definir a cuáles empresas otorgar financiamiento, se han establecidos criterios para medir la sustentabilidad de la empresa, los cuales se engloban en los denominados “Criterios ESG” [ESG (Environmental, Social and Corporate Governance)…. o ASG en español (Ambiente, Social, Gobernanza Corporativa)]

Estos criterios ESG nacen durante los años 60 para promover las buenas prácticas de las organizaciones y que con ello las inversiones se alinearan con principios sostenibles. Sin embargo, es en el año 1999 cuando se lanza el Dow Jones Sustainability Index, el primer índice mundial que sigue criterios de sostenibilidad, suponiendo un gran avance en la incorporación de criterios ESG en la evaluación de las empresas.

A la fecha, la Agenda 2030 ha dado un impulso cuántico a los  criterios ESG. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 promueven el desarrollo sostenible en todos los ámbitos y las empresas que incorporan criterios ESG a menudo buscan contribuir a estos ODS. Además, los inversores y las empresas pueden utilizar la Agenda 2030 como marco para la integración de los criterios ESG en sus estrategias y prácticas empresariales.

Los criterios ESG se pueden definir como: Los factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo que se tienen en cuenta a la hora de invertir en una empresa. Estas siglas hacen referencia a las palabras en inglés Environmental, Social y Governance. Los criterios ESG son utilizados por inversores y analistas financieros para evaluar el desempeño de las empresas en términos de su impacto ambiental, social y de gobierno corporativo. También se consideran los principios ESG en la toma de decisiones organizacionales y se integran en la gestión de finanzas sostenibles o ESG.

 

La gráfica anterior, muestra un modelo esquemático de los 3 factores de análisis, agrupados en 10 subsectores, los cuales abarcan 35 tópicos de evaluación. Por ejemplo: El factor ambiental contiene el subsector Cambio Climático y dentro de este, los tópicos de evaluación: emisiones de carbono, huella de carbono del producto, financiamiento del impacto ambiental y vulnerabilidad al cambio climático.

Para establecer el ranking de clasificación de un ente en particular, a cada factor de análisis se le da un peso. La gráfica a continuación muestra el rango de clasificación. Además de los factores indicados pueden incluirse: la gestión de residuos, la responsabilidad social, la diversidad, la transparencia, la ética, la experiencia de la junta directiva, entre otros.

 

Por otra parte, los criterios ASG o ESG tienen tanto pros como contras. Entre los pros se incluyen la evaluación integral del desempeño de la empresa en términos ambientales, sociales y de gobierno corporativo, la mejora de la reputación y el nivel de transparencia de la empresa, y la promoción de una gestión sostenible a largo plazo. Entre los contras se incluyen la posible disminución de los rendimientos financieros a corto plazo y la dificultad de cuantificar algunos de los criterios ASG. Es importante evaluar cuidadosamente los pros y los contras de los criterios ASG al tomar decisiones de inversión.

Entre las instituciones o agencias que proporcionan calificaciones ESG están: MSCI ESG Ratings, Sustainalytics, ISS Corporate Solutions y Moody’s ESG Solutions. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la clasificación ESG puede variar dependiendo de la agencia de calificación y los criterios utilizados para evaluar a las empresas. Además, estas agencias pueden tener diferentes niveles de enfoque en la sostenibilidad y la reducción de emisiones. Debido a la existencia de discrepancias en la evaluación, se trabaja en la consecución de la normalización de los factores que integran los criterios ESG, de tal manera de obtener rangos de clasificación equiparables entre dichas agencias.

Por otra parte, existen muchos organismos que aplican criterios ESG para conceder financiamiento. Sin embargo, entre estos se encuentran: instituciones financieras, fondos de inversión y organismos internacionales como el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI), y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) entre otros. Además, muchas empresas también han comenzado a adoptar criterios ESG en sus prácticas comerciales y financieras para cumplir con sus accionistas.

En definitiva, la aplicación de estos criterios lo que logra o persigue es reducir o eliminar financiamientos a empresas con proyectos emisores de Gases de Efecto Invernadero (GEI), especialmente el CO2. Esta reducción o restricción se presenta en forma marcada en la industria de las energías fósiles (carbón, petróleo y gas). No así en las empresas que desarrollan y aplican tecnología en las fuentes energéticas no emisoras de GEI (hidroelectricidad, solar, eólica, geotérmica, undimotriz, etc.) para su aprovechamiento.

Lógicamente, las empresas (mayors) de hidrocarburos han sido las más afectadas con la aplicación de los criterios ESG, sobre todo para financiar proyectos de explotación “up stream”. La gráfica a continuación presenta una clasificación ESG de algunas empresas que explotan y comercializan energías fósiles.

 

Por otra parte, no hay un límite específico en el monto de préstamo con criterios ESG. Pero para cumplir con los criterios, las empresas deben demostrar compromiso con prácticas ambientales, sociales y de gobernanza sólidas y responsables. Los organismos financieros que siguen estos criterios hacen análisis detallados para evaluar la sostenibilidad de las empresas y los proyectos en los que invierten antes de otorgar préstamos. En lugar de fijar un límite para los préstamos, la evaluación de la sostenibilidad puede afectar la oferta de préstamos y las condiciones para su otorgamiento. Sin embargo, hay fondos y proyectos destinados a la captura y almacenamiento de carbono (CCS) y a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en la producción de energía (Ejemplo: emisión de metano – gas flared). 

En el caso especifico de Venezuela, no es probable que PDVSA pueda obtener  préstamos bajo criterios ESG, si arroja gas a la atmósfera, tiene continuos derrames de petróleo, está acusada de corrupción y no cuenta con personal idóneo. Para cumplir con los criterios ESG, las empresas deben demostrar compromiso con prácticas ambientales, sociales y de gobernanza sólidas y responsables. Si PDVSA mejora sus prácticas y se compromete con estos criterios, podría eventualmente solicitar préstamos bajo criterios ESG en organismos multilaterales.

La gráfica a continuación muestra un estimado de las inversiones asociadas con la transición energética. 

 

Obsérvese que la mayor inversión está en la región Asia&Pacifico por ser la que debe realizar más acciones para alcanzar los objetivos de la transición, debido a que su principal fuente de energía es el carbón, sobre todo en la generación de electricidad.

Finalmente, antes de solicitar un préstamo y de acuerdo con los criterios ESG, una empresa debe evaluar su desempeño social, ambiental y de gobernanza, identificar y abordar posibles riesgos y oportunidades en estas áreas, y garantizar la transparencia en su presentación de informes. De esta manera, la empresa puede mejorar su reputación y reducir el riesgo de ser penalizada o excluida por posibles incumplimientos. Asimismo, la empresa debe identificar sus necesidades de financiamiento y evaluar si el préstamo es compatible con los objetivos de sustentabilidad y responsabilidad social de la empresa.

Los criterios ESG es el mecanismo más equilibrado que tienen, hoy, los organismos de financiamiento para ir construyendo las “finanzas verdes” y alinear los proyectos con la Agenda 2030.

 


 

Nelson Hernández es ingeniero energista @energia21 y Académico de la Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat de Venezuela