Traumas, heridas, destrucción y colaboracionismo: las terribles secuelas de Rusia en Ucrania

Traumas, heridas, destrucción y colaboracionismo: las terribles secuelas de Rusia en Ucrania

Un miembro del servicio mira a través de un agujero en una valla junto al cuerpo de una mujer muerta por un bombardeo reciente en el curso del conflicto entre Rusia y Ucrania, en la ciudad de Volnovakha en la región de Donetsk, Ucrania controlada por Rusia. 13 de marzo de 2023. REUTERS/Alexander Ermochenko

 

 

 





La guerra dejó marcas en la población que durarán más que cualquier conflicto: “Al principio la liberación fue una fiesta, pero pronto descubrimos la magnitud de la tragedia”.

Por infobae.com

Casi un año después de que las fuerzas de Kiev liberaran Izium, en el noreste de Ucrania, la localidad sigue arrastrando las secuelas de seis meses de ocupación rusa marcados por el miedo, la muerte, la destrucción y la colaboración con los invasores de algunos de sus habitantes.

Las víctimas de secuestros y torturas tratan de superar el trauma de días, o incluso semanas, metidos en sótanos donde a menudo se les aplicaban descargas eléctricas para extraerles confesiones sobre supuestas actividades de apoyo al ejército de Ucrania.

”Me torturaron varias veces hasta que me desmayé”, explica a EFE Maksim, un psicólogo de 52 años que afirma sufrió estos malos tratos durante seis días, en las mismas instalaciones subterráneas donde los militares le ponían las pinzas eléctricas en las puntas de los dedos para darle calambrazos.

Las descargas, las amenazas y las condiciones insalubres son sólo la forma más extrema del abuso generalizado al que fueron sometidos los 12.000 habitantes que se quedaron, tras la llegada en marzo de 2022 de las tropas rusas, en este municipio en el que vivían antes de la invasión más de 50.000 personas.

Un sobreviviente de los bombardeos rusos en Kharkiv, la segunda ciudad más importante de Ucrania.
Un sobreviviente de los bombardeos rusos en Kharkiv, la segunda ciudad más importante de Ucrania.

”Lo dominaban absolutamente todo”, dice Maksim sobre la naturaleza del poder impuesto por el Kremlin en la Ucrania ocupada.

El psicólogo compara su modelo jerárquico de dependencia con el que se establece entre los adultos y los niños. “No había trabajo, dinero o libertad. La población dependía de ellos para todo”, explica el psicólogo, que recuerda cómo las fuerzas rusas despojaban a discreción a la gente de cualquiera de sus propiedades y habla del “síndrome de Estocolmo” que algunos desarrollaron.

Una delación

Yakiv tiene 38 años y trabaja en la Policía de Izium. Durante la ocupación escondió su uniforme para salvarse de la persecución a la que le condenaba formar parte del Estado ucraniano que aspiraban a borrar los invasores.

”Un delincuente al que una vez había detenido me delató a los rusos”, cuenta a EFE el agente, que, como el psicólogo, prefiere dar únicamente su nombre. Durante su detención, Yakiv fue agredido constantemente por sus captores, que le rompieron un brazo por el que sigue recibiendo tratamiento hoy.

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