Cómo el dictador sirio Bashar al Assad se convirtió en la nueva bandera de la extrema derecha global

Cómo el dictador sirio Bashar al Assad se convirtió en la nueva bandera de la extrema derecha global

Bashar al Assad, el dictador de Siria, acusado de graves crímenes de guerra, es ahora reivindicado por los grupos y partidos de extrema derecha de todo el mundo. (Pres. Siria)

 

 

 





 

Los grupos nacionalistas, supremacistas y neofascistas de Europa y Estados Unidos encontraron un nuevo ídolo: el hombre que gobierna con mano de hierro desde Damasco y provocó enormes masacres en los 12 años de guerra civil dentro de su país.

Por infobae.com

Bashar al Assad logró retomar el control de la gran mayoría del territorio de Siria a costa de 12 años de guerra, 600.000 muertos, 1 millón de heridos y 10 millones de desplazados. Es acusado por graves crímenes de guerra. Sin embargo, la extrema derecha europea y estadounidense lo reivindica. Dicen que salvó al cristianismo en Medio Oriente y que es el único que se enfrenta al sionismo. Assad ya había tenido la visita de David Duke, el líder del Ku Klux Klan. Ahora se le acercan los dirigentes alemanes del AfD y los neofascistas italianos que acompañan a Meloni. En las últimas manifestaciones de los grupos neonazis en Europa se escucharon cánticos a favor de Putin y Assad y los consideran sus ídolos.

En abril, miles de militantes de los más diversos grupos de la extrema derecha europea se reunieron en Lyon, Francia. No fue una cumbre para discutir estrategias electorales o acciones conjuntas. El título de la conferencia principal fue “Siria y sus aliados en marcha hacia un mundo multipolar”. La organizó Egalite et Reconciliation (Igualdad y Reconciliación), un grupo fundado por Alain Soral, ex miembro del Frente Nacional francés. Soral fue encarcelado en 2019 por racismo, antisemitismo y negacionismo del Holocausto. La conclusión de la conferencia fue que había que apoyar con más fuerza al régimen sirio de Al Assad porque “es nuestro muro externo contra el terrorismo islámico”.

La organización humanitaria francesa SOS Chretiens d’Orient (SOSCO), que está siendo investigada por apoyo al terrorismo, viene intentando influenciar en los círculos políticos de París en favor de Al Assad. Se trata de una agrupación creada por cristianos extremistas que reivindican el papel de la dictadura siria en favor de los católicos de Medio Oriente y que apoya con armas e infraestructura militar a grupos cristianos que luchan en la guerra civil de ese país. Su director de operaciones, François-Xavier Gicquel, fue expulsado del partido ultraderechista francés Frente Nacional en 2011 tras ser fotografiado haciendo el saludo nazi “Sieg Heil”. El cofundador del grupo, Charles de Meyer, es asistente parlamentario del político de extrema derecha Thierry Mariani, del partido Rassemblement National de Marine le Pen. En las redes sociales aparecen decenas de fotos de milicianos cristianos apoyados por SOSCO durante sus acciones en la guerra siria.

Combatientes fundamentalistas cristianos de SOS Chretiens d’Orient  que se sumaron a los grupos que apoyan al régimen de Bashar al Assad. (Twitter)
Combatientes fundamentalistas cristianos de SOS Chretiens d’Orient que se sumaron a los grupos que apoyan al régimen de Bashar al Assad. (Twitter)

Los supremacistas blancos estadounidenses también reivindican a Assad. Ya en 2005, el miembro del Ku Klux Klan y legislador estatal David Duke visitó Damasco y declaró en un discurso emitido por la televisión estatal siria que “parte de mi país está ocupada por sionistas, al igual que parte de su país, los Altos del Golán, está ocupada por sionistas. Los sionistas ocupan la mayoría de los medios de comunicación estadounidenses y ahora controlan gran parte del gobierno estadounidense”.

James Alex Fields el joven militante de la extrema derecha que condujo su coche contra una multitud en Charlottesville, Virginia, el 12 de agosto de 2017, matando a la manifestante de 32 años Heather Heyer e hiriendo a decenas de personas, era uno de los admiradores de Assad. Fields era miembro del grupo fascista Vanguard America. Apenas se abría su cuenta de Facebook se podía ver una imagen de Assad atravesada con la palabra “Invicto”. “Fue cuando los investigadores comenzaron a indagar sobre cómo es posible que estos grupos cristianos y supremacistas blancos reivindiquen a un árabe musulmán y descubrieron que tenían muchas coincidencias”, explica Shane Burley, la editora del libro “¡No Pasaran! Antifascist Dispatches from a World in Crisis”.

El atentado ocurrió durante la movilización denominada Unite the Right convocada por los supremacistas blancos en Charlottesville, Virginia, en agosto de 2017. En el medio de la euforia por la presidencia de Donald Trump se congregaron allí militantes de la alt-right, neoconfederados, neofascistas, nacionalistas blancos, neonazis, miembros del Ku Klux Klan y milicias de extrema derecha. La mayoría de los asistentes portaban armas y se vieron columnas con banderas nazis.

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