En medio de las fuertes precipitaciones registradas en horas de la madrugada en gran parte del estado Táchira, al menos 17 familias del barrio Marco Tulio Rangel de San Cristóbal, tuvieron que correr y abandonar sus hogares, debido a que el lodo invadió sus casas destrozando todo a su paso.
Luz Dary Depablos // corresponsalía lapatilla.com
Edymar Arboleda junto a su hija de tan solo seis años, lograron salvar sus vidas gracias a que su abuela tocó su puerta en horas de la madrugada, minutos antes de que el lodo invadiera su casa, pues no se había percatado que la quebrada La Chucurí, que está a un costado de su vivienda, había salido de su cauce.
Todos los enseres de Edymar quedaron completamente tapiados por el lodo, aunque lamenta haber perdido todo lo que con mucho esfuerzo y trabajo había logrado.
Agradece que ella junto a su niña pudieron correr y refugiarse en la parte alta de la comunidad.
Igualmente, su vecino Nelson Aguilar junto a su esposa que presenta varias patologías y su hijo adolescente con una condición, fueron los más expuestos a la crecida del caudal, ya que la fuerza del agua impactó contra la fachada de su vivienda, por lo que en medio del aguacero tuvieron que correr a resguardase en otra casa cercana y segura, mientras bajaba el nivel del agua en la quebrada.
Nelson contó al equipo de lapatilla.com que el agua comenzó a subir desde las 4:30 de la mañana y justo al amanecer, el caudal creció de manera repentina anegando todas las viviendas de la vereda La Playa, donde se perdieron enseres, neveras, camas, colchones, ropa, calzados y alimentos.
Enfatizó que no es la primera vez que ocurre este tipo de emergencias, pues en septiembre y octubre del año pasado el caudal de la quebrada también creció, situación que se repitió recientemente en mayo y junio de este año.
Aseguró que a pesar de haber solicitado el dragado del río en reiteradas ocasiones a las autoridades y si hubiesen actuado a tiempo, esta situación se hubiese evitado y lamentablemente no se hubieran registrado las pérdidas en sus hogares.
Esperan que las autoridades regionales y municipales envíen la maquinaria necesaria, pues temen que de continuar las lluvias, sus vidas continúen en peligro.