La mujer más peligrosa de Inglaterra: prima de Churchill, amiga de Hitler y personaje de Peaky Blinders

La mujer más peligrosa de Inglaterra: prima de Churchill, amiga de Hitler y personaje de Peaky Blinders

Diana Mitford y Oswald Mosley cuando ya eran una pareja consolidada (Getty)

 

Fue una mujer hermosa, decidida y peligrosa. Fue, también, negacionista del Holocausto. Prima de Winston Churchill, amiga muy cercana a Hitler y líder de los fascistas británicos. Fue también modelo de uno de los personajes de Peaky Blinders. Fue la más célebre de unas hermanas muy célebres (cada una quería destacarse del resto), dejó a su primer marido por un hombre casado, escribió libros escandalosos, traicionó a su mejor amiga.

Por infobae.com





Diana Mitford durante muchos años fue considerada la mujer más peligrosa y odiada de Inglaterra.

A los 18 años se casó con Bryan Walter, Barón de Moyne, y, lo que era más importante, heredero de la familia Guinness, dueña del emporio cervecero. Diana se aseguraba un buen pasar económico y salía de la casa familiar en la que creía estar condenada al anonimato. Su marido tenía decenas de propiedades por Gran Bretaña y el resto de Europa. Su vida era apacible y repleta de lujos. Muy pronto quedó embarazada. Al poco tiempo, el segundo. Apenas había cumplido veinte años y ya tenía dos hijos.

Se dedicó a organizar fastuosas fiestas a las que acudían los hombres y mujeres más afamados y prestigiosos de la ciudad. Se convirtió en el centro de la clase alta de su época. El novelista Evelyn Waugh le dedicó la novela Cuerpos Viles, que se le ocurrió mientras disfrutaba de una de las fiestas organizadas por Diana.

Mientras tanto, un hombre al que habían nombrado Caballero, Sir Oswald Mosley, fundó en 1932 la Unión Británica de Fascistas. Esa agrupación cambio en 1936. Pero para peor: pasó a llamarse Unión Británica de Fascistas y Nacionalsocialistas. Su alineamiento al ideario hitleriano (si ello llegara a existir) fue total.

Mosley un personaje extrovertido, carismático y contundente, de oratoria inflamada, de esas personas a las que las dudas le son ajenas, concurrió a una de las fiestas de Diana. El flechazo fue mutuo e inmediato. Comenzaron una relación clandestina, ambos estaban casados. Diana, a los pocos meses, dejó a su marido. Pero siguió siendo solo la amante de Mosley ya que él no se separó de su esposa. A Diana no le importó. Y cuando su padre le reprochó la actitud y le pidió que pensara en la otra mujer, Diana le dijo que no pasaba nada, que Mosley era tan infiel que la esposa estaba acostumbrada. Pero la mujer enfermó y murió un año después. Mosley estaba libre de compromisos y la relación fue más formal aunque siguió en las sombras. Diana se quejaba de las continuas infidelidades de Mosley. Tiempo después, en 1936, se casaron. Antes de eso ella viajó a Alemania a ver de primera mano el auge nazi y a estar un tiempo con su hermana Unity.

Los Mitford, 6 mujeres y un varón

Todas las hermanas Mitford tuvieron distintos grados de notoriedad, algún rasgo distintivo, excepto Pamela (se casó, se separó, se fue a vivir al campo, estuvo décadas en pareja con una mujer) y Tom, el hermano varón, que tuvieron vidas más comunes, y lograron pasar desapercibidos.

Las Hermanas Mitford no eran ingenuos ni inofensivas como las Trillizas de Oro; y aunque en su conjunto eran algo menos estentóreas que las Kardashian, resultaron mucho más peligrosas que las mediáticas. Está mal reducir trayectorias a un rótulo, pero hagamos una excepción en pos de la economía narrativa y porque, además, vale la pena detenerse en una de ellas en particular. No será en Nancy pese a que era la más talentosa de las Mitford, una buena novelista cuya obra más célebre es A la Caza del Amor, ni en Jessica una activa militante comunista y también escritora, tampoco en Deborah convertida en duquesa tras su boda con un sobrino de Churchill. Sino en Unity, la quinta de los siete hijos de Lord David Freeman- Mitford Barón de Redesdale. Unity viajó a Alemania y quedó deslumbrada con Hitler.

La chica fue durante meses al lugar en el que él tomaba café hasta que casi un año después, él se fijó en ella. La conexión fue mutua. Ella era hermosa, inteligente y sabía seducir. Pasó, rápidamente, a integrar el círculo áulico de Hitler. Era de las pocas que, con su desparpajo, se animaba a contradecirlo. Cuando Diana viajó a visitarla y a conocer a Hitler, el Führer les puso un auto con chofer para que se desplazaron por Berlín durante los Juegos Olímpicos del 36. Ante el advenimiento de la guerra, Hitler les pidió a las hermanas Mitford que regresaran a Inglaterra. Diana lo hizo de inmediato junto a su marido. Unity se quedó, dijo que de ningún modo se separaría del Fúhrer. El día que se conoció la declaración de guerra, Unity de 24 años, tomó la pistola con mango de perlas que Hitler le había regalado, se internó en un parque berlinés y se pegó un tiro en la cabeza. Sobrevivió al disparo pero quedó con muchas secuelas. Hitler la visitó en el hospital, pagó sus deudas y el traslado a Inglaterra. Allí tuvo una larga rehabilitación aunque nunca recobró sus capacidades. Murió en 1948 a los 33 años por una infección producto de la bala que había quedado alojada en su cabeza.

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