Hay tantos generales en Venezuela que 26 de ellos fueron nombrados para la Milicia, base electoral del Psuv

Hay tantos generales en Venezuela que 26 de ellos fueron nombrados para la Milicia, base electoral del Psuv

Se renovaron algunos jefes estadales de la Milicia

 

 

 





 

Hay tantos generales en Venezuela que todos los estados del país tienen como jefe de la Milicia a un General de Brigada, aún cuando la Milicia Nacional Bolivariana no aparece constitucionalmente como uno de los componentes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), porque la Constitución señala expresamente que sus únicos componentes son: el Ejército, la Aviación, la Armada y la Guardia Nacional. No solo es que así ocupan a 26 altos oficiales, sino que absorbe un altísimo porcentaje del presupuesto muy por encima de los verdaderos componentes.

SEBASTIANA BARRÁEZ // INFOBAE

En realidad, el presupuesto de la Milicia no es más que una manera de ocultar el financiamiento de la plataforma electoral del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), así le pagan a la militancia con la excusa de ayudar a los venezolanos.

Si bien es cierto que hay milicianos convencidos de la necesidad de mantenerse activos y entrenados, es una ínfima minoría, de los millones que están en lista. A otros, que son irregulares de organizaciones armadas y que se preparan como grupos de choque, la Milicia les permite encubrirse tras la fachada de la legalidad. La gran mayoría se limita a cobrar mensualmente.

Lo que estipula de manera expresa la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela vigente, en su artículo 328, es que “la Fuerza Armada Nacional está integrada por el Ejército, la Armada, la Aviación y la Guardia Nacional, que funcionan de manera integral dentro del marco de su competencia para el cumplimiento de su misión, con un régimen de seguridad social integral propio, según lo establezca su respectiva ley orgánica”.

Hugo Chávez ideó la Milicia con un concepto distinto, porque lo pensó como la montonera o el ejército paralelo ante la contingencia que pudiera volver a surgir de los cuarteles, después de lo ocurrido el 11 de abril de 2002, cuando un grupo de militares y civiles lo sacaron del poder. Nicolás Maduro, por su parte, solo se asegura la base electoral.

Cuando la ilegal e ilegítima de origen Asamblea Nacional Constituyente (ANC) funcionó, por más de tres años, desde el 4 de agosto de 2017 hasta el 18 de diciembre de 2020, sin cumplir la función para la que fue nombrada, en medio de un turbio proceso, más allá de usurpar los poderes de la Asamblea Nacional que la mayoría opositora al chavismo ganó en el 2015.

La ANC soilo permitió que la dirigencia política de la revolución ocupara puestos para cobrar salarios, asumiera funciones sobre los demás poderes públicos, ejerciera la arbitrariedad del poder y se inventaran la Ley Constitucional que no es parte de la estructura del orden legal del país; con ese absurdo recurso le dieron “legalidad” a la Ley Constitucional de la Fuerza Armada, con la única intención de incluir a la Milicia Bolivariana como un componente de la Fuerza Armada, violando la Constitución Bolivariana. La intención siempre fue darle visos de legalidad a la millonaria asignación de recursos de la Fuerza Armada que se destinan a la Milicia.

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