Iván Pedroso: El punto fuerte es la compenetración que tenemos Yulimar y yo

Iván Pedroso: El punto fuerte es la compenetración que tenemos Yulimar y yo

La venezolana Yulimar Rojas abraza a su entrenador, el cubano Iván Pedroso, hoy viernes en el Centro Nacional de Atletismo de Budapest tras la conquista del cuarto título mundial de triple salto. EFE/David Ramiro

 

El cubano Iván Pedroso, que en su etapa como atleta llegó a ganar cuatro campeonatos del mundo al aire libre en longitud, es el artífice de los grandes éxitos de la venezolana Yulimar Rojas, a la que desde 2016 ha ido puliendo su talento con mimo, convicción y determinación con una “compenetración entre entrenador y atleta que es el punto fuerte” de los triunfos.

Pedroso fue un portento como atleta. En su palmarés como saltador de longitud tiene un oro olímpico (Sydney 2000), cuatro mundiales al aire libre (Goteborg’95, Atenas’97, Sevilla’99 y Edmonton 2001) y cinco mundiales de pista cubierta (Toronto’93, Barcelona’95, París’97, Maebashi’99 y Lisboa 2001).





Desde hace más de una década es un reconocido entrenador de saltadores con el grupo de trabajo que tiene en la localidad española de Guadalajara. Allí entrena desde 2016 Yulimar Rojas, que llegó siendo “casi una niña” y siete años después tiene en su vitrina de trofeos un oro (Tokio 2020) y una plata olímpica (Río de Janeiro 2016), cuatro mundiales al aire libre (Londres 2017, Doha 2019, Eugene 2022 y Budapest 2023), tres mundiales en pista cubierta (Portland 2016, Birmingham 2018 y Belgrado 2022) y dos Ligas Diamante (2021 y 2022).

“Al principio era una chica introvertida pero me di cuenta muy rápido que tenia talento. Vi que el público afectaba a todos menos a ella. Me dediqué a que se centrara en ella y después en el público. Lo hemos trabajado muy bien durante todos estos años. Hemos trabajado duro porque no es fácil cambiar la forma de pensar de una persona”, declara a EFE Pedroso.

“Hemos hecho una compenetración muy importante entre entrenador y atleta. Es el punto fuerte de nosotros, el que le digo una cosa y automáticamente la entiende, como hoy. Hoy la hablé, lo entendió y lo demostró. Es lo más importante que tiene que tener un entrenador y un atleta, no puede ser una relación a distancia, sino una relación allegada”, confiesa.

Yulimar registró tres nulos durante su concurso en Budapest y se jugó el título e incluso el podio, del que estaba fuera en el último salto, en el último intento, en el que llegó a los 15.08 metros que le dieron la victoria.

“Para mi es el resultado del trabajo que estamos haciendo, que se ve que está muy bien. Ha sido una lástima la forma en que se ha logrado pero lo importante es el título, que es lo que se recordará. Ha tenido un día un poco extraño pero supimos resolverlo para poder cambiar la dinámica y ganar”, apunta.

“Nunca se me pasó por la cabeza que hoy fuera el día que podía perder. Por eso hablé con ella y la dije que estaba haciendo saltos de 15.20 para ganar una competición y que estaba siendo el error. La dije que simplemente acabara el salto y ya. Es verdad que el último salto no todo el mundo es capaz de sacar lo mejor, pero ello ha sacado varios récords en últimos intentos”, declara.

“Sabía que estaba preparada para ese momento pero el lugar, la situación, el entorno, todo era diferente, ya que esas otras veces ya había ganado. Ahora estaba en octavo lugar y había que subir arriba en la clasificación. Tuve que decirla unas palabras que interiorizó y las cumplió”, confiesa.

“En un momento como este, en el que te estas jugando un título, te tienes que olvidar de marcas y de récords y solo pensar en ganar. Simplemente la dije, no des nulo, termina el salto y así fue”, concluye. EFE