La guerra contra el terrorismo, a dos años del controversial retiro de Afganistán

La guerra contra el terrorismo, a dos años del controversial retiro de Afganistán

Soldados estadounidenses caminan frente a un helicóptero estadounidense Chinook en Shindand, al oeste de Kabul, Afganistán, el 28 de enero de 2012 (AP Foto/Hoshang Hashimi/Archivo)

 

 

 





El 15 de agosto de 2021 los talibanes ingresaron masivamente a Kabul, el 30 de ese mismo mes las fuerzas militares de la coalición encabezada por Estados Unidos -que había permanecido 10 años allí- dieron por finalizada su intervención y se marcharon.

Por infobae.com

Transcurridos dos años de aquella deshonrosa evacuación estadounidense que generó un grave daño al posicionamiento y la reputación de Washington a nivel internacional por la falta de responsabilidad de la administración Biden y su mala toma de decisiones. El apartheid aplicado por el grupo fundamentalista talibán borró en estos dos años los derechos de las mujeres y niñas afganas, quienes no solo han caído presas de la invisibilización detrás de la burka sino que ya no pueden concurrir a las escuelas y universidades locales. Sin embargo, ante estas calamidades la administración Biden se mantiene en silencio en una posición de apaciguamiento.

Mientras tanto los derechos de las mujeres y las niñas afganas han sido abolidos por completo en la misma proporción al crecimiento del tráfico de drogas manejado por el grupo fundamentalista que se ha convertido en uno de los mayores proveedores de Europa en la ruta del opio.

No obstante, la administración Biden está llevando adelante reuniones diplomáticas con los talibanes con la intención de normalizar relaciones con el grupo, al tiempo que está enviando millones de dólares en asistencia humanitaria con dinero de los impuestos de los contribuyentes estadounidenses. Mientras funcionarios del Departamento de Estado de la actual administración han publicado un informe poco realista donde se exaltan afirmaciones del éxito de la intervención y el retiro al tiempo que culpa a los demás liberándose ellos de cualquier responsabilidad.

Lo cierto es que la revisión de la intervención militar sobre Afganistán efectuada por el Departamento de Estado cuenta con una serie de omisiones y verdades a medias donde se aprecia con claridad la falta de una política seriamente definida para Afganistán desde el momento mismo de la asunción de la administración Biden.

Tanto el documento, como las actuales reuniones de la administración con los talibanes son un mensaje poco adecuado a la realidad actual. En el informe se insiste y ratifica la afirmación de que la evacuación fue exitosa. Sin embargo, exhibe una batería de elementos que pretenden justificar lo que califica como esfuerzos “incansables” de la administración para con los afganos, aunque no tiene en consideración la realidad ni los miles de ciudadanos que tuvieron que dejar el país por la violencia de los talibanes desde el retiro estadounidense.

En contra de la respetuosa historia de las fuerzas armadas por sus veteranos y caídos en combate, menciona de manera fugaz a los trece soldados estadounidenses muertos en ataques al aeropuerto por parte de los talibanes el 26 de agosto de 2021, lo que configuró el mayor número de soldados muertos en Afganistán en un sólo día en diez años de intervención militar, al tiempo que ignora las fallas y los errores de inteligencia en Kabul y en las reuniones previas al retiro realizadas en Doha que colocaron a esos hombres en peligro de muerte ante la oleada de ataques de las motocicletas-bombas del talibán.

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