Richard Gere: el hombre que abandonó Hollywood para dedicarse a las acciones solidarias y el budismo

Richard Gere: el hombre que abandonó Hollywood para dedicarse a las acciones solidarias y el budismo

Protagonista de tanques de Hollywood y soltero codiciado de la década del 90. El actor se alejó de los escenarios para colaborar en causas solidarias y vivir en pareja con la española Alejandra Silva, una mujer 33 años menor que él

 

 

 





Richard Gere encabeza todas las listas de las películas más icónicas de Hollywood. Un romance con final trágico en el otoño de Nueva York junto a Winona Ryder. Una versión de la leyenda del Rey Arturo donde sir Lancelot se roba el protagonismo para cruzar miradas furtivas con Ginebra, así lo reseñó INFOBAE.

El cadete de la Escuela Naval que alza en sus brazos a Debra Winger, la chica obrera que suspira por su uniforme blanco en Reto al Destino. Y claro, el yuppie sensible Edward Lewis asomándose por el techo de su limusina con unas rosas en la mano, en un intento torpe y adorable de recuperar a Vivian, la prostituta que vive un amor improbable con un carismático empresario.

Al actor de cabellera plateada, ojos rasgados y voz apacible le llegó tarde la fama de galán.

Músico y deportista

Nació el 31 de agosto de 1949 (hoy cumple 74 años) en la ciudad de Filadelfia como Richard Tiffani Gere. Tenía 4 hermanos del matrimonio formado por Homer y Doris. Cuando era chico y sobre todo adolescentes todos creían que Richard sería músico. Tocaba y muy bien el piano y la trompeta, además había compuesto algunas obras musicales. Pero él no solo era bueno para la música, sino también para los deportes, y fue así como consiguió una beca como gimnasta en la Universidad de Massachusetts donde sorprendió a todos cuando se anotó en Filosofía.

Tras dos años abandonó los estudios y se marchó a Londres. Era 1973 y en el West End le esperaba su gran oportunidad. En Nueva York había participado en el musical Grease pero como actor suplente, esta vez le proponían ser titular y además encarnar a Danny Zuko, el protagonista.

La obra fue un éxito y los productores se empezaron a fijar en ese muchacho de ojos achinados, cuerpo formado y con una sonrisa tan seductora que daban ganas de preguntarle “¿me la puedo quedar?”. Así fue como le ofrecieron filmar primero Quiero la verdad y luego Buscando a Mr Goodbar.

Parecía que el cine lo atrapaba, pero no. En 1977, Richard decidió poner una pausa y se fue de viaje a Nepal para conocer y aprender con monjes tibetanos y lamas. No fue un arranque repentino sino una decisión largamente meditada desde los 20 años cuando se acercó al budismo. Él mismo contó cómo fue ese proceso: “Estaba buscándome. Trataba de encontrarle un sentido al universo, pero era incapaz. Fue entonces cuando descubrí el budismo, que logró darle sentido a todo. Desde entonces me siento muy afortunado por ello. El budismo me mostró un camino para vivir sin sentir tanto miedo, me quitó el temor a explorar y descubrir cosas”.

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