Carlos Ochoa: ¿Conmemorar o renovar los odios en Chile?

Carlos Ochoa: ¿Conmemorar o renovar los odios en Chile?

A medio siglo del cruento golpe a Salvador Allende que dejó entre asesinados y desaparecidos más de tres mil víctimas, la sociedad chilena no logra encontrar un punto de equilibrio para convivir sin odio ni resentimiento, un 40% de los chilenos, incluso aquellos que no habían nacido sienten que Pinochet hizo mucho por el país, son minoría pero si se toma en cuenta la distancia en el tiempo, representa la división de opiniones y sentimientos que mantiene viva las heridas incidiendo en el presente como podemos apreciar.

Creo que la causa principal que mantiene la polarización entre otras es el congelamiento de las narrativas, la izquierda radical y la extrema derecha con sus discursos estáticos en permanente confrontación marcan la agenda política, el presidente Boric no había nacido cuando Allende fue derrocado y sin embargo su libreto de resentimiento le sirvió para llegar a la presidencia, los actos conmemorativos hoy 11 de septiembre cuentan con la presencia de varios presidentes que firmarán un rechazo a los autoritarismos y las salidas militares, entre ellos destaca la ausencia de Maduro que se inventó un viaje a China, porque para Maduro el golpe fracasado de Chávez es una rebelión militar heroica, un golpe bueno, una fecha patria, por fortuna la división de la sociedad por odio que inculcó Chávez y continua Maduro, cada día pierde fuerza y el izquierdismo socialista es percibido como un atraso que no funciona para construir el futuro, en Chile y en ninguna parte es posible imponer el socialismo con éxito, esto lo tuvieron claro los presidentes socialistas que llegaron al poder antes que Boric, el presidente Lagos y la presidenta Bachelet si bien llegaron con el relato socialista, realizaron gobiernos democráticos con respeto a las instituciones y a las leyes, igual respeto mantuvo el empresario liberal Sebastián Piñera identificado con los sectores conservadores.

La verdad es que el autoritarismo militarista no importa lo bien que lo haga y mejore la economía siempre termina con represión, muerte y ausencia de libertades, en Chile los desaparecidos y los torturados durante los 17 años de dictadura cuentan para que la narrativa no se mueva, la reparación a las victimas y los juicios a los responsables por violación a los derechos humanos debería en teoría ayudar a cerrar las heridas, pero eso no es lo que está pasando, porque esa retórica le permite a los extremos controlar el protagonismo político.





Otro ejemplo que mantiene esa desfasada división de izquierdas y derechas lo encontramos en países desarrollados como España, los políticos utilizan el conflicto de la guerra civil ocurrida hace más de 80 años para confrontarse en el presente, lo que resulta en un resurgimiento de los nacionalismos que pretenden desaparecer la unidad del reino y convertirlo en pequeñas republicas sin futuro ni grandeza.

Realicemos un ejercicio de imaginación con las dictaduras militares que ha sufrido Venezuela, en el siglo XX la larga dictadura de Gómez terminó con su fallecimiento, dando paso a una transición pacifica que fue interrumpida en 1945 por el propio ejercito y el recién fundado partido Acción Democrática, que convocó una constituyente para redactar una nueva Constitución y las primeras elecciones democráticas que ganó el escritor de Doña Bárbara, el cual sería derrocado por los mismos militares que dieron el golpe en el 45, esta vez el país estaría 10 años bajo la bota militar hasta el 23 de enero de 1958,  cuando fueron depuestos por otros militares que entregaron en poco tiempo el poder a los civiles que organizados en partidos construyeron la democracia contra la cual insurgió Chávez para sembrar la semilla del odio y el resentimiento, convirtió a los guerrilleros comunistas de los 60 en héroes y victimas, exigiendo reparaciones que no se hicieron con las dictaduras militares de Gómez y Pérez Jiménez.

Ese es el problema de los comunistas con la historia, se asumen victimas cuando fracasan, ese es el drama épico de Chile, hay que recordar que el gobierno de Allende resultó en un rotundo caos, desorden y abusos en nombre del proletariado que fue el más afectado por la inflación y la carestía de casi todo, Allende no estaba logrando nada pero los militares no esperaron a que terminara su mandato y ser sustituido seguramente por la oposición, es la salida bruta que convierte el suicidio de Allende en un acto heroico, que convierte en victimas de verdad a los miles de torturados, asesinados y desaparecidos.

En conclusión, las salidas militares por los motivos que sean, casi siempre dejan más daños que beneficios, esperamos que Chile madure y los extremos coloquen donde corresponda esa etapa turbulenta de su historia, para que asuman el reto del futuro con sus diferencias pero sin odios.