El Gobierno chino ha respondido contundentemente a las acusaciones de Estados Unidos, calificando la afirmación de ser un “país de origen de drogas” como maliciosa y sin fundamento.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Mao Ning, defendió el papel de China como un modelo en la lucha contra el narcotráfico.
Durante una rueda de prensa, Mao declaró que la acusación carece de fundamentos y es pura difamación maliciosa. China ha presentado una protesta formal ante Estados Unidos en respuesta a dichas afirmaciones infundadas.
La portavoz destacó la importancia que el Gobierno chino otorga a la lucha antidrogas, resaltando las medidas estrictas que han sido implementadas para controlar las sustancias estupefacientes.
China ha incluido en su lista de control 456 tipos de drogas, lo que lo convierte en uno de los países con mayor regulación y legislación contra el narcotráfico en el mundo.
Además, Mao subrayó que China coopera activamente con la comunidad internacional en la prevención, tratamiento, rehabilitación y educación antidrogas. El país ha contribuido significativamente a la seguridad y estabilidad tanto a nivel regional como global.
En contraste, se criticó a Estados Unidos como el “agujero negro” y la “fuente del caos” del problema mundial de las drogas.
Se señaló que el país consume el 80% de los opiáceos mundiales con tan solo el 5% de la población mundial, lo cual evidencia una grave situación en términos de consumo.
Las tensiones entre Estados Unidos y México también se han intensificado debido al tráfico de fentanilo, un opiáceo que ha causado un aumento alarmante en las muertes por sobredosis en Estados Unidos.
Ambos gobiernos se acusan mutuamente de no hacer lo suficiente para detener su tráfico y consumo.
El Gobierno mexicano ha negado la fabricación de fentanilo en su territorio, señalando a China como posible origen de su exportación.
En mayo, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, denunció la falta de cooperación genuina por parte de China en la lucha contra el narcotráfico durante una comparecencia ante el Senado estadounidense.
Con información de EFE