Un informe del Departamento de Defensa de Estados Unidos ha esbozado la estrategia del país para hacer frente a los retos que plantean las amenazas biológicas.
Por The Epoch Times en español
La semana pasada, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. (HHS) emitió un aviso en el que prohibía al Instituto de Virología de Wuhan recibir financiación federal durante 10 años por sus experimentos de ganancia de función.
Esta notificación se produjo cuando los republicanos de la Cámara de Representantes presionaron al Secretario del HHS, Xavier Becerra, para que cumpliera con una investigación del Congreso sobre los orígenes de COVID-19. Mientras tanto, el Reino Unido confirmó el lunes que su próxima cumbre mundial sobre inteligencia artificial se centrará en el potencial de la IA para crear armas biológicas, mientras que el primer ministro Rishi Sunk advirtió de una “pequeña ventana” para hacer frente a la amenaza.
Los analistas de defensa siguen debatiendo el informe 2023 de Revisión de la Postura de Biodefensa (pdf), publicado el mes pasado por el Departamento de Defensa de Estados Unidos. El informe es un documento exhaustivo que describe la preparación estratégica del país frente a posibles amenazas contra la bioseguridad.
La publicación del informe se produce tras más de dos décadas de amenazas del Partido Comunista Chino (PCC) sobre el posible uso de la biotecnología como forma de “guerra sin restricciones” contra las naciones occidentales. El informe aborda las consecuencias de la devastadora pandemia COVID-19, que causó millones de víctimas en todo el mundo.
Apenas unas semanas antes de la publicación del informe el 17 de agosto, el Departamento de Defensa anunció que invertiría 300 millones de dólares adicionales al año durante los próximos cinco años para la protección contra amenazas biológicas conocidas y emergentes. Esta inversión se suma a los aproximadamente 1400 millones de dólares asignados en 2022 para defensas químicas, biológicas, radiológicas y nucleares, según un artículo de la revista Defensa Nacional.
Deb Rosenblum, subsecretaria de Defensa para programas nucleares, químicos y biológicos, hizo el anuncio el 28 de julio, advirtiendo sobre la “bioconvergencia”, es decir, la unión de las ciencias biológicas con las tecnologías emergentes.
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