William Anseume: Universidades sin respuestas

William Anseume: Universidades sin respuestas

Desde luego que no responden por los estragos causados por los míseros sueldos y la desprotección social; no responden por haber liquidado las convenciones colectivas que ellos mismos impusieron sin consultar con nadie, claro está. Tampoco responden por la bajada de sueldos que implicó la aplicación del Instructivo ONAPRE que tiene a los universitarios, a la educación y toda la administración pública con sueldos de explotación laboral, de esclavitud moderna. No nos cansaremos de repetirlo.

Pero resulta que no responden por nada. Sencillamente porque son unos irresponsables que aspiran llegar pronto al manejo totalitario del poder. Así para ello tengan que arrastrar con indignidad a toda la población laboral, como ahora hacen. Todo ello mientras nos pasean barcos cargados de petróleo hasta Cuba, o a su flamante dictador recorriendo el mundo en nuestros aviones, cedidos por el régimen de acá. Todo ello mientras pintan y reparan fachadas para que crean. Mientras derrochan a nuestra vista los recursos en festejos costosos de artistas nacionales o internacionales. Más circo sin pan. El Seniat informó -cosa extraña- que en septiembre recaudó la bicoca de más de dieciséis millardos de bolívares.

Tampoco responden por las elecciones de autoridades. Las de la USB, designadas y, por tanto, con un tiempo establecido legalmente para convocarlas, ignoran el tema. Se hacen los locos y huyen olímpicamente de la presión de la comunidad al respecto. Como quedó evidenciado en la visita que le dispensamos estudiantes, profesores, trabajadores, al Consejo Directivo. Lo suspendieron porque no hubo luz. Pero el rector interino estaba allí y no tuvo la gentileza de dar la cara. Desde julio le hicimos llegar una comunicación al Consejo Nacional de Universidades, ente que los designó y debe velar por la legalidad de la designación y sus consecuencias, incluyendo los lapsos. Ese día hubo nerviosismo en la sede del ministerio. Fuimos cinco personas y nos esperó un contingente de guardias y policías. Me conseguí a la señora Oblitas en el ascensor. Me le presenté. Sólo me dijo que arriba me esperaban para recibir la carta. Y allí quedó todo. Más nada. No hay llamado a elecciones en la USB, como lo hubo en la UCV, como lo habrá en la UC, en la ULA, en LUZ, en la UPEL, en todas las demás. Y eso que entregamos hace meses el proyecto al CD, antes de concretarse el resultado electoral en la UCV. Insistimos en que la señora Oblitas nos reciba para tratar este y otros temas. No hay respuesta.





Como no la hay ante dos universitarios presos. Y esto es un asunto de todos los universitarios. Un profesor: Javier Tarazona más de dos años tras las tejas por decir la verdad. Un estudiante: John Álvarez, torturado, con tratos crueles y degradantes. La primera respuesta a los universitarios es la inmediata liberación de dos de los suyos. Inmediata.

La presidenta de nuestra caja de ahorros me indicó que para ellos era de suma importancia la denuncia oficial, ante la Fiscalía, de la retención indebida de los aportes, por exigencia de la Sudeca. Sólo por eso accedí a acudir a la sorda Fiscalía, sorda a menos que se trate de que usted pisó un alacrán y desprevenidamente lo mató. También desprevenidamente alguien hizo circular el vídeo del maltrato animal que significa haber pisado un alacrán. Allí se activan todos los mecanismos para hacer preso a todo aquel que haya lastimado un alacrán. Pero cuando de ciudadanos se trata no. La lesión a nuestros trabajadores es fortísima. Más de dos años sin su sueldo. Sin beneficios. Más las otras responsabilidades que no hemos podido asumir por el robo descarado de los aportes de nuestros afiliados. Eso es público y notorio. Hemos ido a la oficina de la ONU, de la UE, a la Asamblea Nacional. Se ha publicado en todos lados. Pero como no es la muerte de un alacrán… Llevamos la denuncia caja, IPP y Asociación. Sin respuesta.

La orden es clara: dejen a los universitarios sin respuestas. Pero insistiremos, como universitarios que somos, en hacer las preguntas y exigir las respuestas.