La desinformación en redes sociales sobre el choque de Israel y Hamás es una guerra aparte

La desinformación en redes sociales sobre el choque de Israel y Hamás es una guerra aparte

Está es una imagen real que muestra a palestinos buscando sobrevivientes entre escombros de un edificio tras un ataque aéreo israelí dirigido contra Hamás en la franja de Gaza el 12 de octubre. Pero hay innumerables imágenes manipuladas que están circulando en la red. AP

 

 

En las redes sociales hay un bombardeo de desinformación sobre la guerra entre Israel y el grupo Hamás que pone en alerta a los expertos, que adviertien del grave riesgo que supone este aluvión de falsas noticias que toma fuerza a medida que pasan las horas.





Por Tomás Guevara | Voz de América

Alex Mahadevan, director de MediaWise Institute, una organización que fomenta buenas prácticas para consumir información confiable, comenta a la Voz de América que la cantidad de desinformación es tal que sobrepasa las marcas dejadas en álgidos picos como la pandemia de COVID-19, las campañas anti vacunas y la invasión de Rusia a Ucrania.

“Esta es, francamente, la cantidad más intensa de desinformación que he visto difundida en redes sociales”, dice Mahadevan al referirse al conflicto recrudecido con el ataque sorpresa de militantes Hamás en asentamientos en ambos lados de la frontera de Israel en la franja de Gaza y que ha dejado ya miles de muertes y destrucción en ambos lados.

Sherif Mansour del Comité para Protección de Periodistas (CPJ), coordinador en el Medio Oriente, dice a VOA que la cantidad de desinformación se vuelve un problema para los periodistas que cubren el conflicto en cualquier parte del mundo porque la la información falsa fluye a alta velocidad y en grandes proporciones en las plataformas digitales, lo que dificulta el trabajo de verificarla.

Los bulos -hechos virales en las redes sociales- muestran por ejemplo, enfrentamientos entre el ejercito mexicano y narcotraficantes como si fueran parte de los ataques en Gaza; también se han valido de videos de conflictos anteriores como el de Siria para mostrar esas imágenes fuera de contexto. En otras, unos fuegos artificiales tras un partido de fútbol en Argelia se hacen pasar como bombardeos, entre muchos otros.

Los primeros canales para el torrente de esa desinformación –señalan- son las redes X, antes Twitter, y TikTok, la primera ya ha recibido reprimendas por potenciar con sus algoritmos y sin controles esos contenidos compartidos para desinformar.

Señalados

La Unión Europea a través de su comisario de Mercado Interno, Thierry Breton, dirigió una carta al propietario de X, Elon Musk para reiterarle que Twitter se comprometió a moderar contenidos, según manda la Directiva de Servicios Digitales (DSA), esto ante la “desinformación y contenido ilegal” que circula en esta plataforma sobre el conflicto Israelí-Palestino.

La Unión Europea dio 24 horas para retirar esos contenidos falsos, y alerta que esa difusión estaría orquestada por grupos que de manera interesada proliferan contenido “violento y engañoso” en la red sobre la guerra.

La plataforma X con más de 350 millones de usuarios en el mundo fue calificada en septiembre por la UE como la “peor situada” en un ratio de análisis de “publicaciones desinformativas” o engañosa. El propietario de la antigua Twitter, Elon Musk, ha pedido ejemplos concretos sobre los contenidos que estarían circulando con el bombardeo de desinformación para actuar.

La red TikTok es vista como sospechosa por Estados Unidos y la Unión Europea al grado de mantenerla “vetada” en algunos ámbitos, pero es una plataforma de promoción de videos de rápido crecimiento en el ecosistema digital.

Los expertos hacen llamados a los periodistas a elevar los controles de verificación de contenidos para evitar consignar noticias falsas sobre el conflicto en Israel; evitar compartir en redes sociales aquello que resulte demasiado sensacionalista y sobre todo hacer esfuerzos por educar a los internautas para consumir información confiable y verificada por medios establecidos y de credibilidad.