Los misterios de Bohemian Rhapsody, la canción más escuchada del siglo XXI

Los misterios de Bohemian Rhapsody, la canción más escuchada del siglo XXI

Roger Taylor, Freddie Mercury, Brian May y John Deacon posan para un fotograma publicitario para promocionar su gira por Japón en 1975, el año del lanzamiento de Bohemian Rhapsody (Michael Ochs Archives/Getty Images)

 

 

 





Inasible, exuberante, operística, un menjunje de estilos, categórica, desmedida, misteriosa, única. Es una canción cargada de osadía, capaz de coquetear con lo genial y abismar al ridículo.

Dura casi seis minutos entre la incertidumbre inicial de la letra que pregunta si esto es la vida real o solo una fantasía y el gong del acto final. Tiene seis partes. Una introducción que inicia a capela, una sección baladística que continúa el piano de la parte anterior, un solo de guitarra, una parte de ópera, un fragmento bien rockero y la coda final.

Rock, balada, heavy, ópera, pop, rock progresivo, armonías vocales complejas, un gran riff, efectos casi imposibles para la tecnología de la época. Una propuesta desmesurada, un cóctel ecléctico nutrido por elementos que parecían confrontar entre sí, una amalgama imposible. La vocación épica se adivina desde el título. Aunque en Inglaterra sus fans la conocen con un apelativo, algo infrecuente con el nombre de un tema. La llaman Bo Rhap.

Lo que une esos elementos tan diferentes, lo que consigue aglutinarlos es la visión y la presencia de Freddie Mercury. “Freddie era una persona muy compleja: se mostraba frívolo y divertido en la superficie, pero ocultaba inseguridades y problemas. Nunca nos explicó la letra de Bohemian Rhapsody, pero creo que puso mucho de sí en esa canción”, aportó Brian May, otro de los hacedores de la mega obra de Queen.

El manuscrito original de la letra se vendió, el 5 de septiembre de 2023, el día en que Freddie Mercury habría cumplido 77 años, a cambio de un millón quinientos mil dólares en una subasta. La canción tiene (al momento de publicarse esta nota) 1.698.498.172 visualizaciones en el canal oficial de la banda en YouTube. Por su caudal de reproducciones, en 2018 se convirtió en la canción más escuchada del mundo en el siglo XXI en plataformas de streaming como Spotify, Youtube o Apple Music. Pero en octubre de 1975 no había nadie que la quisiera popularizar.

“Esa canción nunca la van a pasar en la radio” dijo el ejecutivo de la discográfica en una de las más garrafales profecías erradas de la historia. El grupo insistía en que el primer simple de su cuarto disco debía ser ese. Ni siquiera tenían otro tema en la cabeza como reemplazo. Alguien sugirió hacer algo que ya se había hecho varias veces. Una versión especial, editada para la radio, que acortara su duración: los hits no duraban seis minutos. Y todos, literalmente todos, tenían algo que a este le faltaba: un estribillo. Pero de nuevo, los integrantes de Queen se negaron. La canción debía ser escuchada completa, con cada una de sus secciones; allí residía gran parte del encanto.

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