Gloria Cuenca: Los pobres ricos, enloquecieron

Gloria Cuenca: Los pobres ricos, enloquecieron

Sí, el título es una paradoja. ¿O, tal vez un oximoron? Sin embargo, amables seguidores, contradictorios lectores, no me queda alternativa sino pensar eso. No he tenido gran poder en la vida, solo y suficiente, el amor y reconocimiento de quienes me quieren. Bastantes, para mi alegría y orgullo. Ha sido, ese afecto, esclarecedor del pensamiento, con el que titulo el artículo de la semana. ¿Qué tiene que ver? Se preguntarán. Mucho, ya que quiénes han tenido el poder político ¡durante un cuarto de siglo! 25 años. No lo quieren soltar. Pienso, algunos creyeron que el dinero y las marramucias les iban a servir para quedarse para siempre. Parece, no saben, lo que implica el fin de un ciclo. Algunos, un poquito más inteligentes que otros, si avizoran el futuro y dicen, (con cierto temor y en voz baja) “Es un error no permitir que MCM se inscriba, lo podríamos perder todo”. Los otros se aferran al poder como si fuera parte del propio ser. Ese el gran problema: Sin poder político se sienten nada. Politicastros y politiqueros, no comprenden que ser es lo único que te hace completo. Por otra parte, el drama de los mentirosos: creen sus propias mentiras. No obstante, nunca había escuchado a un supuesto dirigente, decir tales falsías sin importarle lo insólito de sus palabras. Resulta ahora que en Venezuela hay más de 700 mil organizaciones civiles. (Habrían dado su apoyo, al referendo). El número de universidades en el país llega a 2000 (¡?) El rumor: “para inventar, cuando se haga el referendo votaron más que en las Primarias”, (Su pesadilla). ¿Pasaron a la propaganda “enloquecedora”? Lo advertí: es para esquizofrenizar a “su” población. Entiéndase. Los sorprendió y desestabilizó la pérdida en los barrios, (colas del 22 de octubre). Renuncias en los Consejos comunales, callada y firme postura de las personas que los abandonaron. Logrado sin dinero y sin propaganda. Amenazando con agresiones y chantaje. No desmotivaron a la gente. Demostración de qué, los verdaderos y auténticos demócratas venezolanos no aceptaremos ninguna dictadura de corte totalitario. ¡Los pobres ricos! ¿Quién lo diría? Pensaron que todo era llenarse los bolsillos robando al país; repetir mentiras, inventar logros, nada verdadero, Aplastar a la población. No se atreven a inscribir a los jóvenes en el Registro Electoral: generaciones nacidas en Revolución; están en su contra, la mayoría. Su voto, no sería para quien ha destruido el país. Por los relatos de padres y abuelos, saben que nuestro país era una nación, próspera, democrática y libre. Sí con problemas: ¿Dónde no los hay? Se trabajaba y se podía comer, quien quería estudiar lo hacía, los mercados repletos de comida accesible. ¿Había pobreza? Si, como en todas partes, pero no había ni inseguridad alimentaria, ni desnutrición infantil grave, menos gente muerta por inanición, consecuencia de la nefasta política del socialismo del siglo XXI. Sorprende, la locura de quien se siente omnipotente, con un micrófono en la mano. No creo que sea Locutor, tampoco Periodista y expone su miedo, tratando de convencer con ideas descabelladas: “¡Las primarias no se van a realizar! ¡MCM no se puede inscribir esta inhabilitada!” y, lo más loco: “A Chávez lo mató Israel”. Algún día, no muy lejano se sabrá la verdad. Impresionan, en medio del caos, las disparatadas razones, (otra paradoja). La obsesión por creer lo que ellos mismos han inventado. En el círculo cercano, de “jaladores profesionales” les dicen, puras mentiras y ellos lo creen a píe juntillas. Prefieren no ver, ni saber la verdad. He repetido insistentemente: lo que sube, cae, lo que empieza, se termina, el que nace, muere. Como la canción, con sabiduría popular: “Todo tiene su final”. Entender que se nace, se crece, se reproduce, se envejece y se muere. Si nosotros terminamos. Sí la vida se acaba, ¿Ellos, inmortales?

Me viene a la memoria la sabiduría del gran Oscar Yánez. El momento, un evento en el Estado Aragua. Nosotros ponentes. Presente y expositor, el entonces Vice Ministro de Información. Ex alumno mío. Joven, exaltado, palabras más, palabras menos, dijo: “El presidente gobernará hasta el año 2030. Les puede gustar o no. Es así”. Oscar, pidió la palabra. Cito de memoria, contestó algo así: “Mire joven, empiece a estudiar historia de Venezuela. En política tiene que conocerla. Se usa a diario. Existe: el imprevisto en la historia de Venezuela. Tal vez, también ocurre en la historia universal. Recuerdo el asesinato del Archiduque de Prusia: provocó la Primera Guerra Mundial. Ahora me refiero, a otro imprevisto: la repentina enfermedad del Dr. Diógenes Escalante. Nadie pensó que podía ocurrir; aceptado por todos. Al enfermarse, se seleccionó otro personaje, a quien llamaron, “El mal querido, Dr. Ángel Biaggini”. No lograron el acuerdo. Ocurrió el golpe de estado del 18 de octubre de 1945. La historia cambió”. “Así son las cosas”, finalizó.