El final de Freddie Mercury: la traición de un ex amante, el acoso de la prensa y un anuncio 24 horas antes de su muerte

El final de Freddie Mercury: la traición de un ex amante, el acoso de la prensa y un anuncio 24 horas antes de su muerte

Freddie Mercury es el creador del hit que hace vibrar a multitudes (GettyImages)

 

Freddie Mercury murió en su cama, en su mansión en Londres, a los 45 años. Lo había dado todo. Hasta su última gota de genialidad. Había perdido mucho peso en el último año y la prensa sensacionalista, que no le perdía pisada, llevaba tiempo especulando sobre su enfermedad. Días antes de su muerte, el cantante y pianista de Queen, una de las bandas británicas más famosas de todos los tiempos (Brian May, en guitarra, Roger Taylor, batería y John Deacon en el bajo) consultó a su representante cómo decirlo, cómo contarle al mundo que se estaba muriendo. Éste fue quien finalmente leyó un comunicado que decía: “Respondiendo a las informaciones y conjeturas que sobre mí han aparecido en la prensa desde hace dos semanas, deseo confirmar que he dado positivo en las pruebas del virus y que tengo sida. Es hora de que mis amigos y mis fans en todo el mundo sepan la verdad y deseo que todos se unan a mí, a mis médicos y a todos los que padecen esta terrible enfermedad para luchar contra ella”. A las 24 horas de ese anuncio, un 24 de noviembre de 1991, el artista dejaba este mundo al que le había dado tanto por una bronconeumonía, una complicación generada por el sida.

Por infobae.com





Freddie había depositado su confianza solo en un puñado de personas: el peluquero Jim Hutton, su última pareja, Jim Beach, el mánager de la agrupación, Peter “Phoebe” Freestone, su asistente personal y Mary Austin, su ex novia y fiel amiga, a quien le dejó la mitad de su fortuna, estimada en 9 millones de libras esterlinas, sumado a los derechos de autor de su obra y su mansión de Garden Lodge.

Hutton, la pareja de Freddie Mercury durante sus últimos seis años de vida, dijo que en las Pascuas de 1987, el cantante había decidido hacerse una prueba de VIH, luego de que dos antiguos amantes murieran a causa del sida. Los análisis confirmaron lo que tanto temía y la reacción de la estrella fue de una “incredulidad total”, según expresó en un documental de la BBC, llamado Freddie Mercury: The Final Act.

“Cuando empecé a trabajar como su asistente, él solía salir todas las noches porque la vida es para vivirla, ya sabes. Nunca sabes cuándo va a terminar”, le contó a la periodista de la BBC Lucy Williamson, el asistente personal de Mercury, a quien el músico había apodado “Phoebe“ y quien había trabajado durante 12 años con él y fue testigo de su ascenso hasta lo más alto que puede llegar un músico con su banda. El hombre compartió en la entrevista cómo fue el día en que le contó que estaba enfermo. Corría el año 1987, simplemente recuerda que le dijo que tenía sida y que eso era todo. “No volveremos a hablar del tema”. El amigo y asistente vivió en la casa de Kensington, Garden Lodge, junto a Jim Hutton y los seis gatos de la pareja, hasta que finalmente la casa quedó en manos de Mary Austin, tras la muerte de Mercury en 1991.

El cantante, nacido el 5 de septiembre de 1946, con el nombre Farrokh Bulsara en Zanzíbar, por entonces un protectorado británico, ahora territorio de Tanzania, parecía haber nacido para ser un frontman. En la película biográfica Bohemian Rhapsody (2018) se detiene en su genialidad, estilo único y carisma frente al público. Sus canciones, que fueron coreadas por multitudes eufóricas, son inclasificables en cuanto a género. “Es Queen”, dicen sus fans. Bohemian Rhapsody, del álbum The Night at the opera fue número uno en el Reino Unido durante nueve semanas en 1975. Another One bites the dust, de The Game (1980) fue su single más vendido, y su álbum de Greatest Hits (1981) arrasó en el mundo con más de 50 millones de copias. La voz de Freddie fue objeto de estudio de la ciencia. Se creía que era un tenor, pero era en realidad barítono, un tono más bajo. Segun Herbst, Su “sorprendente vibrato, oscilación entre los tonos cuando se sostiene una nota, era de 7 Hz, superando, por ejemplo, a Luciano Pavarotti, que tenía uno de 5,7, más cercano a lo normal entre los 5,4 Hz y los 6,9 Hz. Sus presentaciones en el concierto Live Aid, de 1985 y el de Wembley Stadium de 1986 figuran entre los mejores recitales de la historia del rock.

En mayo de 1987 el cantante pasó a ser comidilla para los medios amarillistas ingleses. Su ex manager y amante, Paul Prenter lo había traicionado de la peor manera. Despechado al ser despedido, ventiló las intimidades y fotos privadas del cantante por 32 mil libras, lo que serían en la época unos 100 mil dólares, según reveló Jim Hutton, después de la muerte del líder de Queen. The Sun, fue publicando el material en diferentes ediciones. Primero revelando la muerte a causa de sida de los dos ex amantes del vocalista de Queen. Después, expuso su agitada vida sexual, donde decía que había tenido relaciones con más de 100 hombres. Todo teniendo en cuenta que Freddie jamás había salido del closet públicamente. Nadie lo hacía. Era un tema tabú en los medios.

Prentel contó que la primera relación homosexual la había tenido a los 14 años mientras cursaba el secundario en una escuela de la India. Y que en sus giras, en las que vivía de fiesta todos los días hasta las 7 de la mañana, y se aseguraba algún compañero para compartir su cama, ya que “odiaba dormir solo”. Y en la tercera publicación, para rematar, se publicó una doble página con fotos del líder de Queen abrazado con diferentes hombres bajo el título “All the Queens man” (Todos los hombres de la reina).

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