William Anseume: Llegó el 30 de noviembre. ¿Y?

William Anseume: Llegó el 30 de noviembre. ¿Y?

Estados Unidos al parecer tenía planteado que no llegara el último mes del año, mucho menos el fin del año y comienzo del otro, sin acciones significativas que dieran cuenta de que se mueve bien el acuerdo de Barbados. Ha sido explícito el planteamiento realizado por varios importantes funcionarios estadounidenses, incluido el Secretario de Estado, Antony Blinken. Hoy, justamente, el presidente de ese país tiene un acto muy simbólico con ochenta venezolanos, luego de declarar este 30 de noviembre el día de Venezuela en los EEUU.

Creo que nadie tenía expectativa de que hasta hoy estuvieran presos los secuestrados políticos del régimen del terror. Tampoco que de un tajo se acabaran todas las inhabilitaciones o que se precisaran acciones en pos de elecciones libres y verificables hasta por veedores internacionales. Pero sí algunos pasos sustanciales en ese sentido. La liberación de algunos prisioneros, el anuncio del mecanismo que servirá para habilitar a los inhabilitados y algún adelanto de apertura por parte del CNE.

A pesar del pronunciamiento hace horas por parte de quien dirige las negociaciones por el lado opositor, en el sentido de que se esperaban esos avances en las próximas horas, como un mecanismo también de presión para reavivar el acuerdo conseguido en la isla caribeña, no existe indicio alguno a estas horas a ese respecto. También se produjo la llamada de Emmanuel Macron ofreciéndole a Nicolás Maduro la reducción de sanciones europeas. Pero no hay nada en el ambiente que parezca ablandar, llegada la fecha supuestamente límite, las acciones de Miraflores.





Justo lo contrario, la verborreica expresividad de los funcionarios venezolanos da cuenta de un desentendimiento de las presiones internas o externas al respecto. Como “guapetón de barrio”, expresión que usaron para calificar la manera como llegó al Esequibo el presidente de Guyana, ha ido uno a uno asaltando con sus pronunciamientos en cuanto a que no aceptan intromisión o no se calan dominio por parte de naciones extranjeras imperialistas, en su acostumbrado sonsonete.

En el fondo, perciben como difícil o imposible un retroceso, anunciado por la Casa Blanca, en el levantamiento de las sanciones hasta ahora en funcionamiento y parece no interesarles mucho, o al menos eso dejan ver de boquilla, la ampliación de esos levantamientos. Prefieren mantener las sanciones que abrir un boquete por el cual se les vaya el poder que sostienen agarrados al CNE, a las inhabilitaciones, al terror ejercido con presos políticos como mensaje de su cobarde poderío. De hecho, recientemente incrementaron las prisiones políticas al llevar a la cárcel a un importante dirigente regional de Encuentro Ciudadano por expresar sus opiniones, Nelson Piñero.

Las marcas del poder y su sujeción parecen permanecer e incrementarse al insuflar vientos agresivos por el Esequibo y al envalentonarse con el incumplimiento de los pedimentos de EEUU y otros en función de hacer cumplir los vagos, los muy ambiguos trazos del acuerdo de Barbados. Falta mucha más presión para llevarlos por el redil. Acaso el año próximo con más sanciones o el retroceso, si esto es posible más que una amenaza, de las sanciones levantadas, tal vez pueda verse el queso de esta tostada. Ojalá me equivoque y en las próximas horas los avances sean realmente significativos.