“Se siente casi como si pudieras tocar la estrellas”: los últimos lugares de la Tierra con cielos realmente oscuros

“Se siente casi como si pudieras tocar la estrellas”: los últimos lugares de la Tierra con cielos realmente oscuros

El astrofísico y fotógrafo Jordi Busqué registra con su cámara los últimos santuarios de oscuridad.
JORDI BUSQUÉ

 

El astrofísico y fotógrafo documental Jordi Busqué comparte 11 fotografías del cielo nocturno que trascienden los límites de la ciencia y se adentran en el reino de la pura maravilla.

Por: BBC





Antes de que comenzara el siglo XIX, cuando París se convirtió en la primera ciudad de Europa en utilizar iluminación de gas para iluminar sus calles, ver la Vía Láctea era tan común como ver la Luna.

Pero en las últimas décadas, la contaminación lumínica se ha vuelto tan intensa que muchas personas rara vez pueden admirar una noche estrellada.

Siempre me ha fascinado la astronomía.

Cuando era niño, pasaba una semana cada verano en el pueblo de mi abuela, un pequeño lugar llamado Peñarroyas en la provincia de Teruel, España, que tenía sólo cuatro habitantes permanentes.

El cielo nocturno era increíble, con tantas estrellas que ni siquiera podía distinguir las constelaciones principales. Era tan impresionante como saltar en un cohete e ir al espacio.

Unos años más tarde, tomé mis primeras fotografías del centro de la Vía Láctea elevándose detrás de las colinas que rodean el pueblo.

Con el tiempo me convertí en astrofísico, lo que hace que la experiencia de estar ahí fuera, bajo las estrellas, sea aún más significativa para mí.

Ahora viajo por el mundo como fotógrafo documental y comunicador científico en busca de los últimos lugares de la Tierra donde todavía se pueden ver noches verdaderamente oscuras y estrelladas.

Desde Marruecos hasta la Patagonia, estas 11 fotografías revelan algunos de los últimos santuarios de cielo oscuro del mundo y ofrecen una visión de la majestuosidad que una vez envolvió a la humanidad.

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