“No voy a llorar, nadie ha muerto aquí”: la reacción de Emma Coronel al enterarse de las amantes de “El Chapo”

“No voy a llorar, nadie ha muerto aquí”: la reacción de Emma Coronel al enterarse de las amantes de “El Chapo”

La reacción de Emma Coronel al enterarse de las amantes de ‘El Chapo’ (Infobae)

 

La esposa de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, Emma Coronel Aispuro, quien a finales de la década pasada fue el blanco de muchos medios de comunicación durante su presencia en la corte de Nueva York, debido a sus llamativos atuendos, tanto de ella como de sus gemelas Emaly y María Joaquina, a quienes las vestía igual.

Por Infobae





Pero, el momento que llamó la atención de todos, fue cuando las autoridades del vecino país en el denominado ‘Juicio del Siglo’ revelaron datos de algunas de las amantes del narcotraficante Sinaloense, así como de los actos tan atroces que cometía con algunas de las mujeres.

“‘Hoy yo no voy a llorar’, ‘¿por qué?’, ‘nadie ha muerto aquí’, dijo Emma Coronel Aispuro seca desenamorada, el 12 de febrero de 2019, mientras salía del Palacio de Justicia de Estados Unidos en Brooklyn, luego de que por unanimidad el jurado declarara culpable a su esposo de entonces 62 años, de los 10 cargos presentados por la Fiscalía, cual sin duda representaba una sentencia de cadena perpetua”, escribió Anabel Hernández en su libro ‘Emma y las otras señoras del narco’.

Según el relato en el libro de Hernández, Emma llegó a estar de frente a algunas amantes de Joaquín Archivaldo, tal es el caso de la ‘Chapodiputada’, Lucero Sánchez, quien a principios de la década fue detenida por las autoridades de Estados Unidos, acusada de tráfico de droga mientras tenía una relación a escondidas.

“Luego de admitir su delito de tráfico de drogas y a cambio de un beneficioso acuerdo con el departamento de justicia, aceptó presentarse a declarar dos días por más de ocho horas en la corte del Distrito Este de Nueva York como testigo de cargo. Aquella mañana fría del 17 de enero, la diputada entró en la sala de la corte con el cabello largo, casi hasta la cintura descolorido, ataviada con un overol azul, propio de una presidiaria de cárcel federal con el tic que alteraba su rostro delatando su nerviosismo”, relató Anabel Hernández.

Para leer la nota completa, aquí