La cantidad de migrantes en la frontera de EEUU alcanza nuevos récords en medio de un aumento sin precedentes

La cantidad de migrantes en la frontera de EEUU alcanza nuevos récords en medio de un aumento sin precedentes

Más de 1.000 migrantes esperan en fila para ser procesados por agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos tras cruzar el Río Grande desde México el 18 de diciembre en Eagle Pass, Texas. Crédito: John Moore/Getty Images

 

Las autoridades federales informaron de una media de siete días de más de 9.600 encuentros con migrantes a lo largo de la frontera sur de EE.UU. en diciembre, según un funcionario de Seguridad Nacional, entre las cantidades más altas jamás registradas mientras EE.UU. se enfrenta a un aumento sin precedentes.

Por CNN





Las autoridades están encontrando diariamente a un número récord de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos, lo que pone a prueba unos recursos ya desbordados. La media de siete días registrada el 28 de noviembre fue de unos 6.800 encuentros.

Las detenciones fronterizas han aumentado gradualmente desde el verano. El mes pasado, las autoridades fronterizas detuvieron a unos 192.000 migrantes entre los puertos de entrada, lo que supone un aumento del 2% en comparación con las 188.000 detenciones de migrantes de octubre, según declaró anteriormente a CNN el jefe de la Patrulla Fronteriza, Jason Owens.

Pero en los últimos días, más de 10.000 migrantes han cruzado ilegalmente la frontera entre EE.UU. y México a diario, cifras que no se veían desde días antes del levantamiento de una restricción de la era covid conocida como Título 42 que permitía a las autoridades devolver a los migrantes en la frontera. Lo que supone un reto único en este momento es que múltiples sectores, muchos de ellos remotos, están desbordados, por lo que los procesos habituales para tratar de descomprimir o procesar a los migrantes son más complicados y dan lugar a que los migrantes esperen en masa a ser puestos bajo custodia.

La falta de capacidad y recursos para abordar el problema está conduciendo al tipo de escenario que las autoridades estadounidenses previeron en su día pero que esperaban que no se materializara, y algunos advierten de que la frontera sur de Estados Unidos está cerca de un “punto de quiebre”.

El empeoramiento de la situación culminó esta semana con una llamada entre el presidente de EE.UU., Joe Biden, y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, donde presionó a México para que haga más por frenar el flujo de migrantes. Ambos coincidieron en la necesidad de reforzar la aplicación de la ley, y altos funcionarios estadounidenses viajarán a México en los próximos días.

Ambos hablaron en un momento en el que EE.UU. busca ayuda adicional para reducir el número de migrantes que llegan a la frontera entre EE.UU. y México. La llamada se produjo en un momento políticamente delicado para Biden, que ha tenido que hacer frente en repetidas ocasiones a las oleadas de migrantes, alimentadas por el deterioro de las condiciones en el hemisferio occidental.

En su llamada, los dos presidentes coincidieron en que “se necesitan urgentemente medidas adicionales de aplicación de la ley” para reabrir los puertos de la frontera entre EE.UU. y México, donde la oleada de migrantes ha puesto a prueba los recursos federales y ha provocado el cierre de puertos, dijo a la prensa el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.

Durante el gobierno de Biden, el Departamento de Seguridad Nacional consideró múltiples escenarios y tomó medidas para un aumento previsto de hasta 16.000 o 18.000 llegadas diarias a la frontera sur de EE.UU., antes de la retirada del Título 42, que los funcionarios temían que provocara un aumento.

“Podríamos tener, y mantener, un par de días con 12.000 encuentros”, declaró a CNN un antiguo funcionario de Seguridad Nacional.

“Pero la realidad es que un flujo sostenido de 12.000 a 14.000 es lo que determinamos que haría colapsar el sistema. Todo lo que fuera más allá de eso suponía una importante presión sobre los recursos y las detenciones. En última instancia, sabíamos que estábamos superando las capacidades del DHS”, dijo el exfuncionario. “Se romperá”.

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