Trabajadores de la ULA en Mérida protestaron por salarios justos y la firma de contratación colectiva

Trabajadores de la ULA en Mérida protestaron por salarios justos y la firma de contratación colectiva

Fotografía Cortesía ODH ULA

 

Gremios y sindicatos de la Universidad de Los Andes (ULA) en Mérida iniciaron 2024 con acciones de calle para visibilizar la crítica situación económica que atraviesan como consecuencia de los paupérrimos salarios que devegan.

Por Jesús Quintero / Corresponsalía lapatilla.com





Este lunes la concentración se realizó en la avenida Don Tulio frente al edificio administrativo de esta a casa de estudios, donde personal ulandino alzó su voz de protesta ante la precaria situación económica a la que han sido sometidos los trabajadores universitarios.

El presidente de Asociación de Profesores de la Universidad de Los Andes (Apula), Virgilio Castillo, denunció que “el sector universitario tiene 600 días sin aumento salarial”, situación que vulnera el derecho a tener calidad de vida.

Asimismo, Maydole Villegas, secretaria de Organización de la Asociación de Empleados de la Universidad de Los Andes, aseveró que “los empleados atraviesan una verdadera situación de pobreza, ya que el salario no es digno, ni mucho menos alcanza para sobrevivir”.

La sociedad civil también se sumó a la convocatoria del sector universitario en solidaridad con los ulandinos.

Esta es una lucha sostenida por los gremios y sindicatos desde hace varios años en la búsqueda de la firma de contrataciones colectivas que dignifiquen la labor que cumplen dentro de las casas de estudios tanto profesores, como empleados, personal administrativo, técnico y obrero.

Manifestaron que se han sentido burlados por los ministros de Educación Universitaria de turno que han ignorado las peticiones de las federaciones nacionales que se mantienen en una lucha continua por la dignificación de los derechos socio-económicos de los trabajadores del sector universitario.

Los empleados universitarios apenas reciben salarios inferiores a 5 dólares, lo cual no les alcanzan para comer, mucho menos pagar servicios públicos o el transporte para movilizarse hasta los sitios de trabajos.