Franklin Piccone Sanabria: El día del maestro, este 15 de enero, Venezuela se moviliza

Franklin Piccone Sanabria: El día del maestro, este 15 de enero, Venezuela se moviliza

Las demandas de los educadores gozan de un indiscutible y amplio consenso. No puede ser de otro modo, los profesionales y trabajadores del sector no superan los 5$ al mes, a pesar de una labor estratégica e insustituible para el desarrollo y el futuro de la nación.

Esta penosa realidad devela el nulo interés que representa la educación para el proyecto hegemónico que levanta las banderas de un socialismo diatópico, cuya mayor obra ha sido subir a niveles siderales los niveles de pobreza extrema; además de condenar a la clase trabajadora del país a una esclavitud lacerante, donde el trabajador paga más de lo que recibe -por absurdo que sea- para asistir y cumplir con las obligaciones laborales.

La desilusión posrevolucionaria ha tocado las fibras de los propios partidarios, quienes no encuentran ni los argumentos ni las justificaciones para los desorbitantes privilegios de una clase política enquistada en el poder, mientras el pueblo trabajador se ve la cara con la miseria. ¿Quién duda que el abuso de poder y la corrupción galopante hayan socavado la moral política de esta salvajada neoliberal?





La educación pública y de calidad hoy es un derecho negado para la inmensa mayoría del país. Hemos regresado a una educación de élites, donde solo una minoría asiste los 5 días de la semana a clase, garantizando así una prosecución académica y profesional. El resto, apenas dos días, sin recibir las asignaturas completas por la falta de docentes. La educación pública ha dejado de ser el mecanismo por excelencia de la movilidad social para más del 80% de la población. Los costos sociales de este rezago escolar serán incalculables en el futuro inmediato.

Al tiempo que el quo vadis del conocimiento avanza hacia la inteligencia artificial, la nanotecnología y la robótica en el mundo, nuestro currículo se afianza en el adoctrinamiento político, el chovinismo y el culto a la personalidad. Así las cosas, el cuadro dantesco al que nos enfrentamos, nos increpa a todos. Sobran entonces razones para salir este 15 de enero a favor del rescate de la educación y por el retorno de la anhelada democracia.