Netanyahu aclaró que Israel no liberará a miles de terroristas palestinos para lograr una tregua en Gaza

Netanyahu aclaró que Israel no liberará a miles de terroristas palestinos para lograr una tregua en Gaza

Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel (Kay Nietfeld/Dpa)

 

 

 





 

Benjamin Netanyahu aseguró este martes que Israel no liberará “a miles de terroristas” palestinos a cambio de la entrega de rehenes, en el marco de una propuesta de acuerdo de tregua en la Franja de Gaza al que se espera que el grupo terrorista Hamas responda en los próximos días.

“No retiraremos a las Fuerzas de Defensa de Israel de la Franja de Gaza y no liberaremos a miles de terroristas”, aclaró el primer ministro de Israel a jóvenes estudiantes de la academia militar Bnei David, en el asentamiento de Eli, en el territorio ocupado de Cisjordania.

“Nada de esto sucederá. ¿Qué sucederá? ¡La victoria absoluta!”, reiteró el mandatario, que desde el inicio de la ofensiva bélica y pese a la creciente presión tanto internacional como de las familias de los 136 secuestrados, siempre se ha mostrado reticente a poner fin a la guerra en Gaza hasta lograr “eliminar a Hamas”.

Con la mediación de Estados Unidos, Qatar y Egipto, Israel y Hamas negocian otra propuesta para un posible acuerdo de tregua e intercambio de cautivos, la cual le fue entregada ayer al grupo terrorista palestino, que aseguró que “la estudiará” pero que no cederá en sus exigencias.

En las conversaciones en París participaron el director de la CIA, William Burns, el primer ministro de Qatar, el jefe del servicio de inteligencia Mossad de Israel y el jefe de la inteligencia egipcia.

Para Hamas, las prioridades ante todo son “detener la brutal agresión en Gaza y la retirada completa de las fuerzas de ocupación de la Franja”, según informó hoy en un comunicado el jefe del buró político del grupo, Ismail Haniyeh.

Haniyeh, que vive desde hace años en Qatar, también reclamó que cualquier acuerdo con Israel debe garantizar el retorno a sus hogares de los casi 2 millones de gazatíes que están desplazados por la violencia, la mayoría de ellos en la zona de Rafah, en la frontera con Egipto.

Israel atacó Gaza tras el brutal ataque de hamas del 7 de octubre, que assinó a 1.200 personas y tomó más de 300 rehenes (Reuters)

 

 

 

Ziad Nakhaleh, el secretario de la Yihad Islámica Palestina, organización que también opera en Gaza y Cisjordania, mostró este martes su apoyo a Hamas y aseguró que tampoco negociará otro tipo de condiciones.

“No establceremos ningún acuerdo sin garantizar un alto el fuego integral, la retirada de las fuerzas de ocupación, la garantía de la reconstrucción (de Gaza) y una solución política clara que garantice los derechos del pueblo palestino”, detalló Nakhaleh en un comunicado.

Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, afirmó que Israel mantendrá el control militar de la Franja de Gaza cuando termine la guerra, con libertad de operar dentro del territorio como hace actualmente en Cisjordania, ocupada militarmente desde 1967.

”Después de la guerra, creo que queda completamente claro que Hamás no controlará Gaza. Israel lo controlará militarmente pero no en un sentido civil”, indicó Gallant en una reunión en su oficina con los miembros del Comité de Asuntos Exteriores y Defensa de la Knesset (Parlamento israelí).

“Cuando hablamos de libertad de operación militar, miren lo que pasó esta noche en Yenín”, indicó Gallant en referencia a la operación “antiterrorista” de Israel esta madrugada en el hospital Ibn Sina de esa ciudad del norte de Cisjordania ocupada, donde un equipo especial del Ejército israelí, vestido de médicos o con vestimentas de musulmanes, allanó el edificio y mató a tiros a tres milicianos.

Sobre los planes de Israel para la posguerra queda la incógnita sobre quien asumirá el poder político dentro de la Franja, ya que Israel se opone a que sea Hamas y la Autoridad Nacional Palestina, controlada por el partido secular Fatah y que gobierna en zonas reducidas de Cisjordania, atraviesa una fuerte crisis de popularidad y legitimidad.

Con información de EFE