Vida de pacientes renales pende de un hilo tras apagones en el Centro de Diálisis San Cristóbal

Vida de pacientes renales pende de un hilo tras apagones en el Centro de Diálisis San Cristóbal

Vida de pacientes renales pende de un hilo tras apagones en el Centro de Diálisis San Cristóbal

 

Las personas que acuden al Centro de Diálisis San Cristóbal, situado en el sector La Concordia de la capital tachirense, claman por el cese de los apagones o la dotación de una planta eléctrica, pues en las últimas semanas, varios pacientes han tenido que retornar a sus hogares con las diálisis incompletas, luego de que en medio del tratamiento, la luz se va y las máquinas se apagan.

Por Anggy Polanco / Corresponsalía lapatilla.com





Nelson Barrios, asistente administrativo del citado centro, expuso que los cortes eléctricos y los racionamientos de agua están afectando a los pacientes, porque las personas no se están yendo bien dializados.

Este centro de atención no cuenta con planta eléctrica, y se supone que por pertenecer al circuito del Hospital Central de San Cristóbal, no se vería afectado por la crisis eléctrica, pero en lo que va de enero, las fallas se han extendido, incluso, a esta zona.

La escasez de agua que azota a los habitantes de Táchira, también afecta al centro de diálisis, ya que las máquinas requieren del agua para funcionar, por lo que constantemente deben solicitar apoyo a Hidrosuroeste para que los surta.

Aura Nieto, familiar de un paciente renal, contó que la semana pasada su allegado vivió momentos de estrés al realizarse el tratamiento en medio de apagones. Ya en otras oportunidades han perdido dosis de insulina tras interrumpirse la cadena de frío en medio de largos apagones en su hogar.

 

Vida de pacientes renales pende de un hilo tras apagones en el Centro de Diálisis San Cristóbal

 

María Lourdes Pico, quien se traslada desde Capacho para llevar a su hijo a los tratamientos de hemodiálisis, pidió a los entes gubernamentales que eviten quitar la electricidad hacia el sector donde se ubica el centro de diálisis.

“Que no nos quiten la luz para que ellos puedan ser dializados, porque si ellos no son dializados, sufren asfixias porque se llenan de líquidos”.

Los familiares de los pacientes renales también contaron que el estrés que generan los apagones lo viven en sus hogares.

Por ejemplo, en Capacho, donde vive María Lourdes, quitan el fluido de 4 a 5 horas en dos oportunidades durante el día.

“A veces no tenemos gas, y como nos toca cocinar con cocina eléctrica, no podemos calentar la comida”, añadió.

Los familiares y pacientes que acuden a la unidad también solicitan a organizaciones que colaboren con dotación de aires acondicionados para la unidad.

Antolino Torres, de 58 años, conectado a la máquina, manifestó que una vez le toco irse a una clínica a dializarse, porque no había luz en el centro de diálisis.

“Esto es culpa del Gobierno, no han hecho nada, esto es culpa de Gobierno”, expresó Torres, quien expuso que si la unidad tuviese planta eléctrica, estuviesen más aliviados.