Crisis de migrantes en Chicago: el alcalde asegura que no podrán seguir sosteniendo los refugios

Crisis de migrantes en Chicago: el alcalde asegura que no podrán seguir sosteniendo los refugios

Un grupo de inmigrantes espera en fila para recibir comida de un albergue, en Chicago, Illinois. Crédito: Enrique García Fuentes | EFE

 

El gobierno de Chicago se encuentra ante una situación crítica debido a la llegada masiva de migrantes, agotando rápidamente el presupuesto de 2024 y generando una inminente crisis humanitaria. El alcalde Brandon Johnson ha tomado medidas para afrontar esta problemática, anunciando la postergación hasta mediados de marzo de la decisión de desalojar a parte de los 14,000 extranjeros que actualmente ocupan los 28 refugios gestionados por la ciudad.

Por El Diario NY 





En una conferencia de prensa recogida por la agencia EFE, Johnson explicó: “El alojamiento que les dimos era una ayuda temporal, no permanente”.

El plan del gobierno limitará a 60 días la permanencia de los migrantes en los refugios.

Luego de esa fecha, se prevé que alrededor de 6,000 personas, mayormente provenientes de Venezuela y países de Centroamérica, quedarán sin hogar o dependerán de instituciones privadas para recibir asistencia.

El alcalde expresó su preocupación económica, indicando: “No podemos seguir gastando 1,5 millones de dólares diarios en mantenerlos”. Detalló, según EFE, que se asignaron 150 millones de dólares para abordar la crisis migratoria durante todo el 2024, y se espera que este presupuesto se agote en aproximadamente 100 días.

“Un municipio local no está diseñado para llevar a cabo esta misión. A menos que el gobierno federal intervenga, no es sostenible”, advirtió Johnson, subrayando la necesidad de una acción a nivel nacional.

Estado “generoso” con los migrantes

La llegada de miles de personas, sin coordinación previa, ha expuesto las deficiencias en las políticas públicas existentes y las trabas burocráticas impuestas por la política migratoria federal, según grupos proinmigrantes.

Los migrantes fueron enviados a Chicago y otras ciudades gobernadas por demócratas, como Washington y Nueva York, por los gobernadores republicanos de Texas, Arizona y Florida, quienes buscan trasladar el problema de los indocumentados a ciudades consideradas “santuario”.

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