Oscuridad, por Marta de la Vega @martadelavegav

Oscuridad, por Marta de la Vega @martadelavegav

Aunque los primeros días de un año nuevo resultan ser luminosas promesas y propósitos para un mejor futuro, en la Venezuela actual, la lógica dislocada de los hechos que ocurren bajo la férula de un régimen opresivo y criminal que domina las instituciones y busca quebrar la voluntad de la gente, lo contradicen.

Los personeros más relevantes de la autocracia madurista en el poder, como de costumbre, insisten en quebrar los acuerdos previamente suscritos, los más recientes en la isla de Barbados. El presidente de la asamblea nacional chavista, al anunciar que “no hay forma de que María Corina Machado sea candidata a ninguna elección en Venezuela”, reta a los actores políticos, nacionales e internacionales, que participaron para llegar a acuerdos mínimos a fin de asegurar un camino pacífico y electoral para el rescate de la democracia. 

No está contemplado por ninguno de los poderes públicos subyugados al ejecutivo el cese de las supuestas inhabilitaciones políticas, en especial contra María Corina Machado, salvo tal vez a algunos actores que son inocuos para Maduro y no ponen en jaque su poder. Todos sabemos que ellas no son tales sino formas de exclusión arbitraria contra quienes resultan una amenaza para la permanencia ilegítima en el poder de la camarilla militar civil que con Maduro como cabeza visible pretenden hoy perpetuarse. No solo no hay inhabilitación alguna porque no cumplen ningún requisito de ley, sino que no existen documentos que las sustenten, en particular en el caso de la candidata presidencial, María Corina Machado, escogida en buena lid por el 93% de los ciudadanos, incluidos chavistas defraudados por la demagogia populista de la pseudorrevolución, para representar en las elecciones presidenciales de 2024 a las fuerzas democráticas frente al oficialismo.





Se suponía que al 30 de noviembre de 2023 debían ser liberados sin restricciones todos los presos políticos, personas inocentes que adversan el sistema de horror y destrucción imperante, empeñado en fabricar culpables y perseguir, violentando procedimientos y principios elementales del Estado de Derecho, a quienes disientan o se atrevan a desenmascarar el carácter mafioso y cleptocrático de la kakistocracia (gobierno de los peores) gobernante. Hubo afortunadamente algunos liberados, muy pocos. Pero de inmediato la mentira oficial convertida en dogma inventa conspiraciones y magnicidios frustrados que justifican la llamada “puerta giratoria”. Nuevas judicializaciones, desapariciones forzadas, secuestros y actuaciones que constituyen crímenes de lesa humanidad son perpetrados por las fuerzas policíacas y de seguridad con total impunidad. Hasta ahora 32 detenciones violentas y sin orden judicial y 17 órdenes de aprehensión emitidas. Terrorismo de Estado.

El 23 de enero es una fecha de gran peso simbólico como hito de libertad y restauración democrática para celebrar el aniversario del fin de un régimen modernizante, a la vez brutalmente represivo, feroz perseguidor y asesino de muchos luchadores de la resistencia contra un gobierno oprobioso y excluyente, que cayó con la huida en 1958 del dictador militar Marcos Pérez Jiménez, quien lo presidía. La candidata María Corina Machado escogió este día para presentar públicamente al país su propuesta de una “Gran Alianza Nacional” (GANA), decidida, con razón, a no dejarse desviar de la ruta electoral, hasta el final. La respuesta de Maduro y sus cómplices ha sido desatar “la furia bolivariana” con numerosas agresiones, persecución y detenciones ilegales contra integrantes de la sociedad civil, militares y dirigentes del equipo de campaña de la candidata democrática. 

Ha sido tal la magnitud de los atropellos que el subsecretario de Estado del gobierno estadounidense B. Nichols se ha pronunciado: “Profundamente preocupado por las recientes acciones contra oposición y sociedad civil en Venezuela basadas en acusaciones sin fundamento. Seguimos presionando por un entorno político más abierto, elecciones presidenciales competitivas y un debido proceso”. Y agregó que la hoja de ruta electoral afianzada con los Acuerdos de Barbados requiere una “cultura de tolerancia y coexistencia” así como “igualdad de condiciones”. Ninguna de ellas se cumple hoy en Venezuela, afirmó horas antes en su discurso en Caracas la dirigente Machado: “Hay que detener esta locura, porque esto significa la furia bolivariana. Nicolás Maduro ordenó la represión desde el Palacio de Miraflores”. Matones de su estructura criminal han desatado perversas acciones de exterminio, que no son nuevas, contra gente indefensa.

La oscuridad se agudiza con la brutal humillación en presencia del alto mando militar a un grupo de militares, 33 en total, a los que se les acusa de haber participado, junto con la DEA y la CIA, en los entramados conspirativos. Es horroroso lo que estamos presenciando, cada vez peor, sin límites ni escrúpulos y la ignominiosa actuación de los miserables que se prestan a tanta depravación. Ni respeto a la Constitución ni a los derechos humanos elementales. Pero no hay eterna oscuridad y los rosados dedos de la aurora, en palabras de Homero en la Ilíada, despejarán a favor de la dignidad y la decencia esta Venezuela martirizada.