Desde discursos en la ONU hasta programas: intentos de la narcotiranía por calificar como terrorista a José Antonio Colina

Desde discursos en la ONU hasta programas: intentos de la narcotiranía por calificar como terrorista a José Antonio Colina

José Antonio Colina, presidente de Veppex. Foto: Cortesía

 

 

Al menos 13 programas televisivos, ocho artículos en portales informativos digitales, y una oratoria ante la ONU, entre otros medios, ha dedicado la Narcotiranía venezolana, desde que Hugo Chávez ostentaba el poder, para acusar, de manera falsa, de terrorista al presidente de Veppex, José Antonio Colina.

Este calificativo en su contra, fue decidido después de la orden de captura librada en su contra, a partir de febrero de 2003, cuando se le acusó, sin pruebas, de presuntamente colocar bombas en las embajadas de España y Colombia, hechos ocurridos en diciembre de 2002.

Lo cierto, es que tras su rebelión contra el narco régimen que dirigía en ese entonces Chávez, al formar parte del llamado grupo de los “Militares de la plaza Altamira”, Colina se convirtió en un objetivo clave del régimen, dada su experiencia y formación en el área militar, por haber sido oficial de la Guardia Nacional (GN).

Luego de los infructuosos intentos realizados por la extinta Disip, bajo el mando de Miguel Rodríguez Torres, por capturarlo, la naciente tiranía optó por calificarlo como terrorista.

Fue el propio Chávez, en un discurso que pronunció en la asamblea general de la ONU, celebrada en junio de 2012, quien se refirió al exteniente de la GN con el calificativo de “terrorista”, acusando a Estados Unidos de supuestamente protegerlo.

El exmilitar ya se encontraba en ese país, tras una larga travesía, y durante la cual tuvo que afrontar severos interrogatorios e investigaciones por parte del FBI, las cuales arrojaron, finalmente, que en efecto se trataba de un perseguido político, y no de un saboteador, guerrillero o revolucionario, como pretendían etiquetarlo.

La obsesión de Diosdado Cabello

Uno de sus más severos y asiduos difamadores, ha sido el actual vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, quien en, por lo menos, nueve emisiones del programa “Con el mazo dando”, ha dedicado el espacio para hablar de Colina y su supuesta condición de “terrorista”.

Los archivos reportan que desde 2012, y hasta la fecha, Cabello ha empleado ese espacio televisivo para atacar al dirigente de Veppex, sin perder la ocasión de identificarlo con el citado calificativo.

Con comentarios sarcásticos -lo cual es su estilo- el jerarca chavista le ha adjudicado varios hechos catastróficos al exoficial, incluso de ser el culpable de la llamada masacre de la plaza Altamira, ocurrida en diciembre de 2002.

La emisión más reciente dedicada a Colina, fue a principios de febrero de este año, cuando lo mencionaron implicado en las presuntas cinco conspiraciones, para aparentemente atentar contra la vida de Maduro.

Tanto el fiscal general del narco régimen, Tarek William Saab, como el mismo Cabello lo señalaron, en programas distintos, junto a un grupo de seis connotados periodistas, abogados y militares retirados, de estar implicado en estos increíbles planes magnicidas.

A todos los acusados, incluyendo a Colina, se les dictó órdenes de captura. En el caso del exoficial de la GN, sería su segunda orden de aprehensión por parte de la tiranía.

Colina se ha defendido de cada una de esas arremetidas, con declaraciones en vivo y a través de espacios digitales, negando las difamaciones relacionadas con el terrorismo. Además, se ha visto obligado a desmentir las absurdas informaciones, relacionadas con grandes recursos y empresas que manejaría según Cabello.

Pero, aparte de estos programas, en los que Cabello ha enfatizado al exmilitar como blanco específico de sus difamaciones, hay, al menos, una decena más de menciones que le ha realizado en otras transmisiones.

En estos casos, lo menciona, a manera de recordatorio, cuando señala a otras figuras relacionadas con él, como la periodista Patricia Poleo, o alguno de los exmilitares venezolanos que se encuentran también en el exilio.

Un ejemplo de ello, sería cuando el presidente de Veppex condecoró al presidente de la OEA, Luis Almagro, ocasión que fue aprovechada por quien fuera considerado el segundo al mando después de Chávez, para criticarlos a ambos.

Por supuesto, no perdió el tiempo para recordar la supuesta condición de terrorista, al referirse al joven líder encargado de organizar a los venezolanos en el exilio.

Rodríguez Torres y José Vicente

Igualmente, en las acusaciones transmitidas por televisión, destacan las realizadas por el exministro de relaciones interiores, Miguel Rodríguez Torres, y el fallecido vicepresidente José Vicente Rangel.

Tanto Torres -hoy en el exilio tras haber caído en desgracia con el régimen madurista- como Rangel, dedicaron tiempo para exponer las todavía no comprobadas acusaciones, sobre las acciones para crear caos y anarquía aparentemente ejecutadas por Colina.

El bodrio televisivo chavista llamado “Zurda Konducta” también le dedicó un programa, pero los alcances van más allá. Una exdiputada y ahora precandidata presidencial panameña, Zulay Leiset Rodríguez, muy conectada con la izquierda y sobre todo con el chavismo, denunció haces años unos supuestos intentos de alterar el orden en ese país, hechos en los cuales mencionó a Colina como uno de los promotores.

Artículos izquierdistas

Llama también la atención, la redacción de unos seis artículos, enfocados directamente con el presidente de Veppex.

En ellos, se detallan -o se inventan- sus contactos con figuras del narcotráfico y el terrorismo a nivel internacional, en un claro intento de machar su figura.

Uno de estas publicaciones, de fecha imprecisa, pertenece a un portal llamado Agencia BK Crónicas, y su autor es Rafael Sánchez Armas.

En ese texto se sindica al exteniente de la Guardia como “prófugo de la justicia desde su huida tras el fracaso del ‘Movimiento de Altamira’”, y de aparecer fotografiado con “Alejandro Toledo Manrique, actualmente prófugo de la justicia peruana (presuntamente por haber recibido un soborno de 20 millones de dólares de la empresa brasileña Odebrecht), y con Álvaro Uribe Vélez”, esta última figura, expresidente colombiano, a quien Sánchez señala de ser un connotado narcotraficante en ese país desde Pablo Escobar Gaviria.

Ese artículo también señala lo siguiente: “Este prófugo de la justicia venezolana (él se declara “exiliado” en EEUU como Luis Posada Carriles, pero en Venezuela lo acusan de actos terroristas contra la Embajada de España en Caracas) ha organizado un homenaje a Antonio Ledezma Díaz, otro “preso político” como el cabecilla de las guarimbas del 2014, Leopoldo López Mendoza (culpable directa o indirectamente de la muerte de 43 personas, entre ellas, varios policías y guardias nacionales)”.

Otro artículo dedicado a Colina, fue difundido en varios portales y redactado por el analista político del narco régimen, Miguel Pérez Pirela.

“José Antonio Colina Pulido es un oficial retirado de la Guardia Nacional que se autoexilió en Miami, EE.UU. luego de cometer varios hechos ilegales en Venezuela, y estar vinculado a varias acciones desestabilizadoras en contra del gobierno de Venezuela”, señala el texto de entrada.

Asimismo, recuerda que se trataría de “un prófugo de la justicia luego de perpetrar los atentados terroristas contra las embajadas de Colombia y España en Caracas, así contra el edificio Teleport en el año 2003”.

Agrega: “Sobre este exmilitar pesa una orden de detención fechada el 14 de noviembre de 2003, por ‘la presunta comisión de uno de los delitos contra las personas, contra el orden público y contra la conservación de los intereses públicos y privados’”.

También, Pirela rememora que a Colina se le acusó, de supuestamente dirigir una “campaña de desprestigio en contra la Cónsul General de Venezuela, Livia Acosta Noguera en el estado de la Florida. Campaña que tuvo como resultado la declaración de persona non grata de Livia Acosta por parte del Departamento de Estado de EE.UU”.

El caso de Acosta fue muy publicitado tanto por la Narcotiranía, como por los regímenes y medios aliados a esta, en varias publicaciones, con el objeto de malograr la imagen tanto de Veppex como de su presidente.

“Una vez escapado a Miami, este militar terrorista funda una asociación llamada VEPPEX, la cual supuestamente reúne a todos los exiliados políticos venezolanos en el país norteamericano”, señaló Pirela en su texto.

Una publicación más extensa y detallada, se la dedicó el escritor y afecto a la izquierda mundial, Percy Francisco Alvarado Godoy, en el portal revolucionario “Mi Cuba por siempre”.

En su redacción, Alvarado hace un amplio recorrido por la formación de Colina como oficial de la GN, sus cursos y su trayectoria.

De esa misma forma aborda, siempre desde la óptica palangrista de tendencia izquierdista, su conexión con el “terrorismo”. “Comenzó a conspirar con otros elementos militares y se involucró en planes terroristas. El 25 de febrero de 2003 participó en la colocación de varias bombas, entre las que se encontraban como objetivos las sedes diplomáticas de España y Colombia…”, indicó el artículo.

El artículo hace referencias a la “impunidad” de la cual gozaría el exmilitar en Estados Unidos, y de sus presuntos contactos con “mafiosos” de la talla de Antonio Ledezma, Patricia Poleo, Javier Nieto Quintero, Raúl Díaz Peña, lista en la que incorpora a altos funcionarios del gobierno estadounidense en ese entonces.

Alvarado cierra su artículo con una advertencia: “Las llamadas historias de Hollywood a las que alude el señor Colina en sus tweets no tienen nada de fantasioso. Su prontuario como criminal le acusa directamente con los planes terroristas que se traman actualmente contra Venezuela. Así, señor Colina, no gaste tweets conmigo, que lo tengo bien colimado como provocador, terrorista y conspirador”.

Otro escrito fue publicado en 2010, en la web “Cuba debate” por Jean-Guy Allard, y en la que se le adjudican “llamamientos subversivos” desde territorio estadounidense, para provocar el caos en Venezuela.

“Las declaraciones del militar terrorista en Miami surgen apenas 24 horas después de la importante denuncia del diario cubano Granma, donde el terrorista Francisco Chávez Abarca confiesa planes de la mafia de Miami para sembrar el terror durante el proceso electoral venezolano, asesinar al presidente Hugo Chávez y hundir barcos de petróleo venezolanos”, indica el artículo.

También, el portal chavista Telesur hizo su aporte en 2016, con una publicación acusándolo de pedir acciones al gobierno estadounidense contra la tiranía que ya comandaba Nicolás Maduro.

El lugar común es el calificativo de terrorista, autor de tres supuestos atentados tal como se expresa en este párrafo: “José Antonio Colina tras ser señalado como uno de los autores de los atentados terroristas contra las embajadas de España, Colombia y contra el edificio Teleport en 2003, es quien promueve en el Senado de Estados Unidos medidas para socavar la soberanía y paz de Venezuela”.

Publicaciones similares han sido difundidas en otras webs afines, como Aporrea, y otros espacios de menor alcance, pero también vinculados al aparato de propaganda de la Narcotiranía y la izquierda regional.

Esto denota un gran esfuerzo, en al menos dos décadas, por tratar de etiquetar a la figura del exmilitar como subversivo, a través de medios televisivos y de plataformas digitales, pero aún sin lograr ese preciado objetivo.

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