Luis Eduardo Martínez: Cerbero y el calvario de la mayoría silenciosa

Luis Eduardo Martínez: Cerbero y el calvario de la mayoría silenciosa

Tanto republicanos como demócratas, llegaron a la conclusión política que las guerras en el Medio Oriente serían un yunque a las aspiraciones electorales de cualquier partido

Este 7 de febrero, las fuerzas militares rusas lanzaron un ataque contra ciudades ucranianas con drones y misiles. Los sistemas de defensa anti aéreos de las fuerzas ucranianas interceptaron 44 de los 64 proyectiles. Ese mismo día, 3 de 6 misiles balísticos lanzados por los hutíes impactaron embarcaciones griegas y británicas en el Mar Rojo, pese a la presencia de embarcaciones militares de EE.UU. y el Reino Unido. Rusia, Irán y China, además, anunciaron esta semana que realizaran ejercicios militares navales en el Golfo de Omán, antes de finales de marzo. El comandante de las fuerzas navales de Irán, Shahram Irani, comparó los ejercicios navales por venir a Cerbero – el gigantesco can de tres cabezas que en la mitología griega resguarda la entrada al inframundo.

Cerbero también aparece en la Divina Comedia de Dante Alighieri (de ahí la cita al inicio), como el contrapaso del tercer círculo del infierno. Cerbero castiga el pecado de la gula, devorando y descuartizando una y otra vez a aquellos que en vida fueron insaciables.





Victoria rusa

Los sistemas de defensa anti aéreos de Ucrania lograron derribar 68% de los equipos militares desplegados por Rusia el pasado 7 de febrero. Si fuese una evaluación académica está al borde de reprobar la materia de defensa. Ese es el estado de las fuerzas militares de Ucrania por el mero desgaste de más de 700 días de guerra contra las hordas barbáricas rusas.

Desde el inicio del conflicto, los ucranianos han logrado destruir más de 2 mil tanques rusos. Hazaña laudable. Sin embargo, la maquinaria de guerra rusa ha logrado regurgitar más de 2.700 nuevos tanques de combate. Y mientras Kiev cuenta cada munición de artillería, Moscú recibe más de un millón de ellas de Corea del Norte. La maquinaria rusa permite que la matemática sea la siguiente: por cada cañonazo que dispara Ucrania, Rusia responde con 10 de regreso. Moscú además desembolsó $1,7 mil millones, parte en lingotes de oro, para comprar 6 mil drones tipo Sahed, producidos por el régimen islámico de Teherán.

Ahora, pensemos en esa calificación: 68%. Si sumamos los 10 mil drones que Rusia producirá en el 2024, los 6 mil drones enviados desde Irán, y una flota de tanques nuevos, y una relación de 10 a 1 por cañonazo de artillería…Solo los drones resultarían en más de 5 mil objetivos impactados exitosamente. Una victoria rusa parecería ser lo único que se avista en el horizonte. Una victoria rusa en Ucrania implica: cesión de territorios por parte de Ucrania (probablemente todo el este del país, incluyendo Odessa); un nuevo gobierno en Kiev, del agrado del Kremlin; compromisos que Ucrania no se unirá a la U.E. ni a la OTAN; y el inicio de la cuenta regresiva a un ataque a otro país ex soviético.

Eje de resistencia

En el Medio Oriente, tras más de 4 meses de combate y después de haber bombardeado 70% del territorio poblado en la franja de Gaza, las Fuerzas de Defensa de Israel admiten solo haber abatido a un tercio de los combatientes de Hamas. Todo ese despliegue de armamento y maquinaria solo ha logrado eliminar o capturar entre 5 y 9 mil de los más de 30 mil combatientes de Hamas. Eso sin considerar los miles de reclutas que recibirán a nivel regional y mundial luego de la operación militar israelita en Gaza. Al norte de Israel, más de 80 mil israelitas tienen más de 4 meses desplazados luego de que el gobierno evacuara la frontera con Líbano. Y es que al norte de Israel más de 100 mil combatientes de Hezbollah esperan una excusa para atacar nuevamente territorio Israelita. Israel solo no puede defenderse de la segunda cabeza de Cerbero: el régimen islámico del Ayatola Khamenei.

Tres presidentes de EE.UU. (Obama, Trump y Biden), de manera sucesiva y repetitiva vendieron la idea de sacar a EE.UU. del Medio Oriente. Tanto republicanos como demócratas, llegaron a la conclusión política que las guerras en el Medio Oriente serían un yunque a las aspiraciones electorales de cualquier partido. Y de manera sucesiva el régimen de Teherán, a través de su eje de resistencia, ha puesto a prueba la determinación de los políticos de preferir victorias electorales sobre decisiones racionales y existenciales. Tras la muerte de dos Navy Seals durante operaciones en el Mar Rojo y tras la muerte de 3 soldados americanos en Jordania, Teherán solo aprendió que podrá seguir causando caos en el Medio Oriente sin recibir un ataque directo sobre su territorio. La última vez que EE.UU. tuvo el coraje de atacar directamente a Irán fue en 1988, cuando el presidente Reagan autorizó ataques a embarcaciones iraníes. Desde entonces Irán ha construido una red internacional de organizaciones terroristas que atacan abiertamente los intereses de EE.UU. en la región.

La mayoría silenciosa

Al igual que Virgilio y Dante, la mayoría silenciosa es forzada a debatir estas absurdas historias políticas en el gélido tormento del tercer anillo del infierno, rodeados de la mugre y los cuerpos desmembrados por el voraz apetito del can de tres cabezas.

Cerbero, cuya tercera cabeza no es más que el amalgamamiento del apetito insaciable de poder del Partido Comunista de China, castiga al cuerpo de nuestras sociedades desmembrándolas una y otra vez. El Partido Comunista de China tentó al mundo con su mano de obra barata, márgenes enormes.

La gula de nuestros líderes una y otra vez prefirió los márgenes de ganancia del último iphone a la vida de los millones de explotados en China. Desde Panamá hasta Pakistán el dinero pudo más que la honradez o la lealtad. Y por supuesto, no es sorpresa que China es el mayor comprador de petróleo ruso e iraní.

Esa gula de Occidente es regurgitada por el Partido Comunista de China en la forma de más de $60 mil millones en compras petroleras para los cofres de Putin, y unos $30 mil millones para los del Ayatola.

No es sorpresa ni casualidad que el Partido Comunista de China es el que alimenta las otras dos cabezas de Cerbero, permitiéndoles endilgar en sus fantasías sádicas. Pero no olvidemos, la Unión Europea aun compra petróleo ruso, EE.UU. lleva más de 4 meses permitiendo que sus compañías petroleras y el régimen de Venezuela lucren con la venta de oro negro, Brasil, Colombia y Panamá tranquilamente también rellenan los cofres del régimen de Maduro. Mientras que la mayoría silenciosa sufre la dantesca y gélida intemperie de un mundo devorado por las ansias de poder, Cerbero deambula libremente y se acerca cada día más a su próxima víctima.