El reconocimiento facial está revolucionando los aeropuertos de EEUU

El reconocimiento facial está revolucionando los aeropuertos de EEUU

Delta Air Lines y la TSA seleccionan viajeros en La Guardia para pruebas de reconocimiento facial. (Archivo)

 

La promesa de este avance tecnológico está en ofrecer una experiencia más ágil y menos estresante para los viajeros, reduciendo significativamente los tiempos de espera

En una mañana reciente de jueves en Queens, los viajeros salieron a raudales por las puertas de la Terminal C del aeropuerto La Guardia. Algunos tenían los ojos adormilados —la mayoría cargaba portafolios— mientras registraban las maletas y se dirigían a las filas de revisión de seguridad.





Por Infobae

Todo ocurría como de costumbre, hasta que algunos se acercaron a una fila que estaba casi vacía. Uno por uno, caminaron a un quiosco con una iPad fijada a la estructura y se tomaron una fotografía, mientras un agente de seguridad estaba de pie al lado. En cuestión de segundos, la imagen de cada pasajero se cotejó con una fotografía en una base de datos del gobierno y se guio al viajero más allá del filtro de seguridad hacia el laberinto más profundo del aeropuerto. Sin necesidad de mostrar una identificación física ni pase de abordar.

Algunos viajeros, a pesar de ya haber optado por participar en el programa, igual presentaron su identificación, pero el agente tan solo les recordó que no era necesario. Esta revisión de pasajeros mediante un software de reconocimiento facial, disponible para viajeros que Delta Air Lines y la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) seleccionaron en La Guardia, es tan solo un ejemplo de cómo la tecnología biométrica, la cual utiliza los identificadores físicos únicos de una persona, como su rostro o sus huellas dactilares, promete transformar nuestra forma de volar.

Este año podría ser el “punto de inflexión” para la masificación de la tecnología biométrica en los viajes aéreos, según Henry Harteveldt, analista de la industria de los viajes en Atmosphere Research. Los rituales tardados en el aeropuerto, como la revisión de seguridad, dejar el equipaje en el punto de entrega e incluso abordar un avión, pronto podrían requerir tan solo el rostro, “lo que ayudaría a reducir los tiempos de espera y el estrés de los viajeros”, afirmó Harteveldt.

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En Estados Unidos, las principales aerolíneas han invertido cada vez más en la tecnología de reconocimiento facial, al igual que los organismos gubernamentales a cargo de la seguridad en la aviación. En el extranjero, una cantidad cada vez mayor de aeropuertos internacionales está instalando puertas electrónicas activadas con biometría y quioscos de autoservicio en las áreas de inmigración y aduanas. Según los expertos, la adopción de esta tecnología podría mejorar la seguridad y agilizar los trámites de pasajeros. Sin embargo, también genera preocupación en torno a la privacidad y la ética.

Morgan Klaus Scheuerman, investigador posdoctoral de la Universidad de Colorado quien estudia la ética de la inteligencia artificial y la identidad digital, señaló que han surgido muchos cuestionamientos sobre el uso de la biometría en los aeropuertos: ¿Cómo se entrenan y evalúan los sistemas? ¿Se consideraría una señal de alerta no querer participar? ¿Qué ocurre si tus documentos no coinciden con tu apariencia actual? “Estoy seguro de que mucha gente siente que no puede detener la trayectoria”, opinó Scheuerman.

En Estados Unidos, hay optimismo en torno a la tecnología

La TSA, con más de 50.000 agentes en casi 430 aeropuertos de Estados Unidos, es la principal agencia federal que garantiza la seguridad de los cientos de millones de pasajeros que vuelan cada año. Los viajeros considerados de “bajo riesgo” pueden postularse al programa PreCheck de la TSA, el cual ofrece una revisión de seguridad acelerada en más de 200 aeropuertos nacionales.

PreCheck, un programa que requiere una cita presencial para presentar documentos, dar huellas dactilares y someterse a la verificación biométrica de Clear, una empresa privada de detección, han ayudado a reducir el tiempo de espera en los filtros de seguridad, pero la gente que viaja en avión todavía debe hacer largas filas para llegar a sus puertas de embarque de vez en cuando.

La TSA ha experimentado con la tecnología de reconocimiento facial desde 2019. La verificación de detección que se ofrece en este momento en los aeropuertos internacionales de Denver y Los Ángeles, y en unos 30 aeropuertos más, comienza cuando se toma una fotografía del viajero. Luego, se utiliza un software de reconocimiento facial para comparar la imagen con el escaneo físico de una licencia o un pasaporte. La fotografía se borra poco después, según la agencia. Este proceso, el cual pueden rechazar los pasajeros, estará disponible en unos 400 aeropuertos más en los próximos años, según la agencia.

Pasajeros extranjeros en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, Estados Unidos. | REUTERS/Ringo Chiu

 

Melissa Conley, una directora ejecutiva de la TSA que supervisa las tecnologías de los puestos de control, afirmó que, a la hora de cotejar rostros con rapidez y precisión, la tecnología biométrica es mejor que los agentes humanos. “La gente no es buena para cotejar caras. Todo el mundo lo sabe”, comentó Conley. “Las máquinas no se cansan”.

El proceso sigue requiriendo que los pasajeros muestren sus identificaciones. Sin embargo, el programa que está probando Delta, llamado Delta Digital ID, cambia esta situación.

Con Delta Digital ID, los viajeros del programa PreCheck pueden utilizar su rostro en vez del pase de abordar y la identificación, tanto en la entrega de equipaje como en el control de seguridad de La Guardia y otros cuatro aeropuertos, entre ellos el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, también en el vecindario de Queens en la ciudad de Nueva York y en el Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta.

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