Los primeros resultados de las primarias indican que las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024 serán una revancha de la contienda de 2020 entre Joe Biden y Donald Trump, en la que los votantes elegirán entre un demócrata que sería el presidente de mayor edad del país o un republicano que sería el segundo.
Por VOA
Muchos votantes no están contentos con la elección. Una encuesta de ABC News/Ipsos realizada a principios de este mes encontró que el 59 % de los estadounidenses piensa que ambos presuntos nominados son demasiado mayores para cumplir otro mandato.
“Todo parece indicar que la mayoría de los estadounidenses no desean una repetición de 2020”, dijo a la Voz de América el politólogo Charles Bullock de la Universidad de Georgia. “Si cualquiera de las partes pudiera presentar un candidato más joven y de calidad, esa persona ganaría por abrumadora mayoría”.
Rebecca Urrutia, una madre de Connecticut, está de acuerdo.
“La edad de nuestros candidatos es extremadamente preocupante”, dijo. “Es una prueba de que nuestro sistema bipartidista se ha derrumbado y consumido por completo”.
“¿Vamos a votar por dos hombres de 80 años o vamos a votar por las personas a las que han elegido para ser sus vicepresidentes?” añadió la mujer. “La posibilidad de que no puedan terminar su mandato debido a demencia, senilidad u otras razones de salud no es descartable. Algo en nuestro sistema está roto y tenemos que arreglarlo”.
¿Cómo pasó esto?
Robert Collins, profesor de estudios urbanos y políticas públicas en la Universidad Dillard de Nueva Orleans, cree que los estadounidenses sienten que no tienen una opción real.
“Para muchos de nosotros, parece una situación de regreso al futuro”, dijo a la VOA, haciendo referencia a la película de Robert Zemeckis de 1985. “Es una elección entre los mismos dos ancianos que tuvimos la última vez, y muchos estadounidenses se preguntan cómo sucedió esto y si eso significa que algo anda mal con nuestra democracia”.
Collins dice que las edades avanzadas de los candidatos son más bien un accidente inconveniente que una tendencia.
“No creo que nadie en los últimos ciclos electorales haya dicho: ‘¡Vamos a buscar a los más mayores!'”, dijo y sonrió. “Más bien, dio la casualidad de que el mensaje de Trump resonó más entre los republicanos, y que Biden fue el candidato de compromiso de unas primarias de 2020 repletas de candidatos demócratas más jóvenes”.
Bullock, de la Universidad de Georgia, cree que las estructuras del sistema político estadounidense son en parte culpables de que los candidatos tengan tendencia a envejecer.
“Parte de este problema debe atribuirse a la forma en que se elige el Congreso”, explicó. “La manipulación ha creado distritos menos competitivos. Eso, en combinación con la ausencia de límites a los mandatos del Congreso, significa que hay políticos que pueden permanecer en el cargo durante décadas sin verse seriamente desafiados. El resultado es que gran parte de los dirigentes de nuestro país, no sólo nuestros candidatos presidenciales, son de mayor edad”.
Potencial impacto
Independientemente de los motivos, la edad es un asunto ineludible en esta elección. Norma Rodríguez, de 71 años, de Miami, Florida, dice que eso no está bien.
“Así como la edad no debería ser un problema en ningún lugar de trabajo cuando no afecta la capacidad, tampoco debería importar en la política”, dijo a la VOA. “Más bien, deberíamos votar sobre rasgos como el carácter, la empatía y la confiabilidad”.
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