La invasión rusa entra a su tercer año: ¿se le forzará a Ucrania una negociación territorial?

La invasión rusa entra a su tercer año: ¿se le forzará a Ucrania una negociación territorial?

Volodimir Zelensky (Europa Press).

 

Nunca se debe olvidar que fue una agresión y sin duda alguna Rusia violó el derecho internacional. No fue muy distinto a lo de Saddam Husein al invadir Kuwait en 1991, por mucho que, al hacerlo, dijera que históricamente era la provincia 27 de Irak. En el caso europeo, probablemente ya antes ambas partes habían dejado de cumplir con los Acuerdos de Minsk del 2014, y también existió un incumplimiento del Memorándum de Budapest y las seguridades dadas a Kiev sobre su soberanía, cuando renunció en 1994 a las bombas atómicas que quedaron en su territorio al desaparecer la URSS.

¿Se pudo haber evitado la invasión?

Difícil, toda vez que ya antes de la guerra hubo una lucha de narrativas, todavía presentes. De hecho, hoy se sabe que desde 2014 había una vinculación estrecha de Ucrania con la CIA y otras agencias que reforzaban el viraje de Kiev hacia occidente. Quizás Moscú confiaba que no aparecerían tropas de la OTAN como tampoco llegaron a Georgia (2008) o a Crimea (2014). Quizás se estimó que ya habían desaparecido las líneas rojas que mantuvieron la paz en la guerra fría, en virtud de las cuales, en la vereda opuesta tanto Henry Kissinger como George Keenan, dos de los más influyentes diplomáticos de la segunda mitad del siglo XX argumentaban en EE. UU. contra la extensión de la OTAN hacia el este.





Ya en abril del 2022, al cumplirse el primer aniversario de la invasión, nos preguntábamos en una columna en estas páginas que otro perjuicio podría además sufrir Ucrania, y nos respondíamos que el escenario de mayor gravedad era que fuera obligada en el mediano plazo a aceptar una negociación, donde el punto de partida para Moscú sería su recurrente petición de que se discutiera un acuerdo de seguridad, que reemplazara a aquel que colapsó con el derrumbe de la URSS, y se firmara con Rusia como sucesora.

Hoy, ya no es tema tabú y se habla abiertamente de algo que por última vez se discutió poco después de la invasión, en conversaciones que incluso tuvieron la mediación de Turquía. Lo terrible para Ucrania seria que la perdida territorial fuera aun mayor, ya que el 2021 lo que estaba en cuestión eran solo dos provincias del Donbás capturadas el 2014 junto con Crimea. Hoy, son cuatro, y probablemente lo que entonces determinó el total rechazo ucraniano, fueron las seguridades proporcionadas por Estados Unidos y el Reino Unido de Boris Johnson, que la soberanía de la totalidad del territorio ucraniano seria defendida, posición que todavía sostiene Zelensky.