Un chico normal de 13 años un día, una superestrella internacional al día siguiente. Justin Bieber entra en su tercera década de vida. En estos momentos, parece haber llegado la calma. Pero el viaje del artista al mega estrellato tras su meteórico ascenso estuvo plagado de desvíos trágicos.
Por Infobae
Una infancia dura
Puede ser hoy un megamillonario, pero cuando era niño el cantante no tenía ni un dólar a su nombre. Justin Drew Bieber nació en Ontario, Canadá, el 1 de marzo de 1994. Fue criado por una madre soltera que hacía todo lo posible para llegar a fin de mes. Su padre, Jeremy Bieber, lo abandonó a temprana edad, y Pattie Mallette, quedó para hacerse cargo de todo. La mujer le dijo al programa de entrevistas canadiense 100 Huntley Street que “como madre soltera a veces decía, ‘No tengo idea de cómo voy a alimentar a Justin’”.
La vida lujosa que vive hoy es totalmente opuesta a la austeridad de su infancia. Bieber le dijo a The Sun que creció extremadamente pobre, “Teníamos trampas para ratones por todos lados. Yo no tenía una cama de verdad. Dormía en un sofá color azul”. Las controversias de Bieber a lo largo de los años lo llevaron a una relación tensa con su madre, pero admitió que todavía piensa mucho en ella.
En la revista Billboard, el artista confesó: “Pasamos algún tiempo sin hablar, por lo que se necesita tiempo para reconstruir esa confianza. Ahora ella vive en Hawaii, entonces es difícil, pero está mejorando. Es una mujer increíble y la amo”. El cantante también reavivó su relación con su padre, incluso reconoció en GQ, “Estoy mucho más cerca de mi papá que de mi mamá”.
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