El calvario de la madre de un joven secuestrado por Hamás: el relato de la búsqueda desesperada en el hospital

El calvario de la madre de un joven secuestrado por Hamás: el relato de la búsqueda desesperada en el hospital

Einav Efrat Danino pide por la vuelta de su hijo y de todos el resto de los secuestrados por Hamas

 

Pasaron casi 5 meses de la incursión de Hamas en territorio israelí. Los ataques de los terroristas causaron 1.145 personas asesinadas y aún quedan 134 secuestrados en la Franja de Gaza. Pero detrás de cada número hay una historia. Un hombre o mujer masacrado o arrancado de su casa en algún kibutz en el sur de ese país. Alguna vivienda arrasada o un futuro que quedó trunco por la irrupción de la violencia que ese 7 de octubre del año pasado cruzaron la frontera.

Por infobae.com





Una de esas historias es la de Ori Danino, de 25 años, que fue secuestrado por Hamas en la fiesta electrónica Supernova que se desarrollaba la madrugada del ataque en el desierto israelí muy cerca de la frontera con Gaza. Su mamá Einav Efrat, fue invitada por el Foro Argentino Contra el Antisemitismo (FACA) para que dé su testimonio en el Congreso de la Nación.

El relato del horror

En la sala del Parlamento el silencio es total. Todos miran al escenario. Allí la periodista de Infobae Mariel Fitz Patrick entrevistó a Einav. La mujer lleva una remera con la cara de su hijo. Para eso recorre el mundo. Para evitar que se olvide que aún quedan 134 personas en cautiverio en la Franja de Gaza en manos de los terroristas de Hamas.

Ori había ido con un amigo a la fiesta electrónica en el desierto desde su casa en Jerusalén. Allí se encontraron con otros tres jóvenes con los que compartieron la noche. Entonces, con las primeras luces del 7 de octubre empiezan a sonar las alarmas de ataque aéreo. A continuación empiezan los disparos de los terroristas de Hamas que irrumpieron en el inmenso predio del festival.

El joven logró escapar en su auto. Sin embargo, cuando ya estaba a salvo recordó los 3 jóvenes que había conocido esa noche y decide volver. Su amigo trata de convencerlo que va hacia un lugar muy peligroso. De fondo, aún se escuchaban disparos y los misiles de Hamas explotaban en el cielo interceptados por la defensa israelí.

Sin embargo, Ori giró y volvió sobre sus pasos para ir a rescatar a sus tres nuevos amigos. Allí, el relato se vuelve un poco más impreciso. Danino se reúne con las personas que había ido a salvar- Pero en el momento que intentaban dejar el terreno de la fiesta son interceptados por Hamas. Un terrorista le disparó al motor del auto. Los jóvenes bajaron con las manos en alto. Desde ese momento no se sabe nada del joven.

Una amiga de Ori, Liel narró tras la masacre de la fiesta que tuvo las últimas noticias de Danino esa mañana del 7 de octubre cerca de las 8. “Estoy huyendo de la zona de la fiesta. Te llamo más tarde”, le dijo a los gritos y con la voz entrecortada.

Einav vuelve una y otra vez sobre esa madrugada y mañana del terror. “Estaba en una fiesta religiosa en casa de mis padres. Como era shabat (sábado) yo respeto que no se puede tocar nada electrónico, ni mirar televisión ese día hasta el anochecer del sábado – explica la mujer en hebreo, pero con un tono que la muestra conmovida por la ausencia de su hijo-. Al finalizar la ceremonia me enteré que algo grave había pasado, que estábamos en guerra. Mi hermana que es policía me contó que Ori había estado en la fiesta Supernova y que no se sabía nada de él”.

El dolor de la madre

Entonces, Einav sale en busca de su hijo. Se dirige al sur de Israel al hospital más cercano al predio del festival de música electrónica en el que murieron decenas de jóvenes y otros tantos fueron secuestrados. La mujer necesitaba encontrar a su hijo. “Busqué cama por cama. Allí encontraba sábanas ensangrentadas, personas muertas o heridas de gravedad con cuerpos desfigurados. Sin embargo, no pude encontrar a Ori. Mi hijo no estaba en ese lugar”, relata la mujer ante un auditorio que la escucha conmocionado.

Tras la última comunicación con su amiga, Ori dejó de contestar el teléfono y los mensajes de whatsapp no le entraban a su celular. “De golpe dejó de responder y la cabeza empieza a trabajar. me pregunto todo el tiempo, ‘dónde está?’”, intenta explicar sus sentimientos Einav.

“No me sorprendió su actitud de ir a buscar a sus nuevos amigos. En casa, Ori siempre es el primero en ayudar. Siempre está dispuesto a acercarse cuando alguien lo necesita”, resalta Einav con orgullo por cómo crió a su hijo pese al dolor de la ausencia.

En estos casi 5 meses, la mujer no tuvo ninguna noticia de su hijo. Lo último que sabe es el relato de ese momento en que Ori decide ir en busca de los tres amigos perdidos para salvarlos del ataque de Hamas. Ninguno de los que volvieron del cautiverio desde la Franja de Gaza lo vieron o supieron algo del joven.

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