Exfigura de la Fórmula 1 se someterá a una cirugía a corazón abierto que pone en peligro su vida

Exfigura de la Fórmula 1 se someterá a una cirugía a corazón abierto que pone en peligro su vida

Heikki Kovalainen ganó el GP de Hungría en 2008 (Photo by Massimo Bettiol/Getty Images)

 

 

 

La escudería Vodafone McLaren Mercedes marcó el comienzo de una era en la Fórmula 1 a partir de 2008. Ese año estuvo lejos de ser uno más en la carrera de Lewis Hamilton porque ganó el primero de los siete campeonatos mundiales obtenidos, igualado como el más ganador en compañía de Michael Schumacher. Su compañero de equipo de aquel entonces, Heikki Kovalainen, le cuidó las espaldas en aquel tiempo y hasta se dio el lujo de ganar el GP de Hungría, su única victoria en la Máxima.

Las mieles del éxito quedaron atrás en la carrera del finlandés, que se desempeñó en la categoría desde 2007 a 2013 con otras marcas como Renault, Lotus y Caterham: está obligado a abandonar la competencia profesional en el Campeonato Mundial de Rally por un problema de salud que pone su vida en jaque.

En charla con el diario de su país, Iltalehti, Kovalainen dio un crudo testimonio sobre su diagnóstico por una dilatación de la aorta ascendente: “Al final de la temporada pasada, decidí hacerme un chequeo médico exhaustivo. La idea era comprobar que no había ningún problema grave, pero entonces descubrí esto”.

El medio profundizó en que este inconveniente también se puede llamar aneurisma aórtico y puede provocar la rotura de la aorta, cuyas posibilidades de sobrevivencia son “casi inexistentes”. Los análisis previos posibilitaron la detección temprana. “Es una enfermedad hereditaria sobre la que no puedo hacer nada. Es bueno que se haya descubierto ahora. Por lo general, este problema es asintomático, excepto cuando ocurre por primera vez”, mencionó el piloto.

Los médicos le han recomendado no participar en actividades extenuantes hasta concretar su recuperación: “Desde noviembre, no se me permite hacer ningún ejercicio físico duro”. “El día anterior a la revisión, salí a correr. Estaba encantado con lo bien que me sentía. Fue un poco chocante cuando al día siguiente el médico me dijo lo que habían encontrado las pruebas”, relató el hombre de 42 años.

La opción tomada por Heikki Kovalainen en compañía de los especialistas confluyen en una cirugía a corazón abierto, que tiene sus propios riesgos: “Es una operación tan grande que siempre existe el riesgo de lo peor. Sin embargo, la aorta se ha dilatado tanto que se supera el umbral quirúrgico. Además, la operación tendrá que realizarse en algún momento de todos modos. Por eso, posponerla a los próximos años tiene poco sentido”.

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